El Escalante clausura mañana el ciclo para bebés con “Nidos”
La compañía vallisoletana Teloncillo será la encargada de poner en escena la tercera y última obra del ciclo “Menut Teatre”
Vicent Vila, director: “En 2016 aumentaremos las representaciones porque a pesar de doblar las funciones y aumentar el aforo la demanda ha sido superior”
El Centre Teatral Escalante de la Diputación de Valencia clausura mañana el exitoso ciclo destinado a bebés “Menut Teatre” la obra “Nidos” de la compañía vallisoletana Teloncillo.
Desde el 10 de mayo, tres compañías de Valencia, Granada y Valladolid han ofrecido en el teatro de la calle Landerer sendos espectáculos destinados a niños y niñas entre cero y cinco años de edad. “La Caixa Adormida” de Larvarium abrió el ciclo y le siguió “Afuera es un lugar” de la compañía de Granada Arena en los bolsillos.
Dentro del escenario
El Escalante recrea para “Menut Teatre” un pequeño espacio en el propio escenario y cuenta además con pequeñas gradas, moquetas o cojines diseñados al efecto según las distintas propuestas.
Por primera vez, el Escalante ha doblado las funciones dominicales y da la opción de comprar entradas numeradas por Internet, con limitación de adultos, “no más de dos adultos por niño”, aclara Vicent Vila, director del Centre Teatral de la Diputación.
La venta anticipada de entradas puede realizarse a través de la web del Escalante –www.escalantecentreteatral.com- o en servientradas.com.
Tal como señaló Vicent Vila, director del centro teatral de la Diputación, “en 2016 aumentaremos las representaciones porque a pesar de doblar las funciones y aumentar el aforo la demanda ha sido superior”.
Un espectáculo musical para los más pequeños
“Nidos” es un espectáculo musical con poemas, canciones, sonidos, batidos de alas y mil sonidos de un bosque. Los asistentes a la obra podrán cantar, soñar y, tal vez “volar”, aseguran los responsables de Teloncillo, la compañía encargada de su puesta en escena.
Vicent Vila recordó una anécdota vivida en la función dominical del pasado 17 de mayo. “Invité a una señora francesa que había acudido con su familia y un bebé de cinco meses pero se quedaba fuera con el pequeño porque pensaba que iba a llorar”.
Según explicó Vila, la invitación estaba emplazada a la siguiente apuesta. Si el bebé entraba y no lloraba, abonaría las entradas, si lloraba, no. La madre perdió la apuesta, porque el bebé “aguantó la media hora atento al escenario y sin soltar una lágrima”, aseguró el director del Escalante.
