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Compromís consigue la introducción de cláusulas sociales en las contratas del Ayuntamiento

Compromís consigue la introducción de cláusulas sociales en las contratas del Ayuntamiento

    El grupo municipal Compromís ha conseguido que el Ayuntamiento incorpore cláusulas sociales en la contratación municipal, tal y como reclamó en el pasado Pleno de febrero el portavoz de Compromís, Joan Ribó, quien ha expresado “la satisfacción por ver que nuestras propuestas, formuladas siempre con criterio y en consenso con los agentes sociales, son reconocidas por el resto de grupos, incluyendo en casos como este al equipo de gobierno”.

    En esta ocasión, ha añadido Ribó, “tomamos como referencia las buenas prácticas que se llevan a cabo en un buen número de modelos cooperativos”.

    El acuerdo adoptado, tal y como ha sido trasladado al grupo municipal Compromís, prevé introducir en los pliegues de condiciones para nuevas contrataciones municipales cláusulas de discriminación positiva en asuntos de carácter social, que se concretan en cuatro puntos. En primer lugar, primando la contratación de personas desocupadas con especiales dificultades para acceder al mercado laboral; es el caso de personas con discapacidad, aquellos parados de larga duración, o las que son víctimas de la precariedad por su condición personal.En segundo término, se prevé hacer constancia de la equiparación salarial entre hombres y mujeres como un punto fundamental que no se puede dejar de lado en ningún caso: “es intolerable y escandaloso que pueda ocurrir lo contrario”, ha dicho al respecto Joan Ribó. En tercer lugar, se prevé fomentar la contratación indefinida de las personas que trabajan para el Ayuntamiento, “porque sería ilógico apostar en la teoría por la estabilidad laboral y después no actuar en consecuencia”. Y en último lugar, se apuesta por disminuir las diferencias salariales entre los altos cargos y cargos ejecutivos, y los trabajadores.

    Como ha dicho Joan Ribó: “la crisis ha sido la excusa perfecta en muchas ocasiones para cargar el peso de las pérdidas sobre los trabajadores, mientras los altos directivos veían crecer sus expectativas salariales, y esto no es de recibo. No podemos socializar pérdidas y hacer que los beneficios sean sólo para unos pocos”.

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