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Broseta denuncia la maniobra del PP para boicotear la retirada de las menciones y honores a franquistas

    El portavoz adjunto del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Salvador Broseta, ha denunciado hoy la maniobra del Partido Popular para boicotear la retirada de las menciones y honores a franquistas, después de que el equipo de Gobierno haya presentado hoy el informe de la Asesoría Jurídica Municipal en el que “vuelve a pedir que se aporte más documentación”.

    “Es una maniobra para dilatar la normalización democrática de la ciudad”, ha denunciado y ha advertido que el informe que se ha presentado hoy a la Comisión de Cultura está “fechado el 24 de septiembre de 2014”. En su opinión, esta demora responde a que el Partido Popular “no quiere que se cumpla la Ley de la Memoria Histórica y retirar las menciones y honores a los franquistas”.

    Broseta ha indicado que los tres grupos de la oposición registraron la pasada semana una moción conjunta para que el equipo de Gobierno presentara el citado informe y ha explicado que la van a mantener para que se “cumplan con carácter de urgencia el acuerdo plenario del 28 de septiembre de 2012 y el acuerdo de la comisión de cultura y educación del 22 de octubre de 2012”.

    Ha recordado que en julio de 2014, el Partido Popular pidió un informe sobre el trabajo de la Clínica Jurídica per la Justícia Social de la Facultat de Dret y el departamento de Historia Contemporánea de la Facultat de Geografia i Història de la Universitat de València. En aquel momento, los socialistas ya advirtieron de que esta decisión se trataba de “una maniobra” de los populares que, ha denunciado, “vuelven a repetir”.

    Salvador Broseta ha lamentado que el equipo de Gobierno “nos esté abocando a que tengamos que acudir a los tribunales”, tal y como advirtieron los tres grupos de la oposición –PSPV-PSOE, Compromís y EU— en julio del pasado año, al presentar el informe de la Universitat. A este respecto, ha calificado de “esperpento” que tras pedir un informe a las universidades, el Ayuntamiento “insista en incumplir la Ley de Memoria Histórica, después de siete años obstaculizando su aplicación”.

    En concreto, la Universitat propone retirar los honores al Alcalde Honorario Adolfo Rincón de Arellano y García, a los Hijos Adoptivos Antonio Aranda Mata, Carlos Asensio Cabanillas, Ramón Laporta Girón, Maximiliano Lloret Gómez, Antonio Barroso y Sánchez Guerra, Camilo Alonso Vega, Jorge Vigón Suero-Díaz, Cirilo Cánovas García, José Luis de Arrese y Magra, Pedro Gual Villalbi, Mariano Navarro Rubio, Jesús Posada Cacho y Antonio Rueda y Sánchez Malo; las Medallas de Oro a Francisco Franco Bahamonde, José Ibáñez Martín, Ramón Laporta Girón, Diego Salas Pombo, Luis Carrero Blanco, Antonio María de Oriol y Urquijo y Antonio Rueda y Sánchez Malo; al Hijo Predilecto Miguel Abriat y a los Concejales Honorarios José Iruretagoyena Sochaga y Gustavo Urrutia González.

    Según el informe, sobre estos personajes es aplicable el citado artículo porque “no hay duda de que llevaron a cabo actuaciones que quebrantaron los principios de democracia, libertad y pluralidad política”. Por ello, señala que el Ayuntamiento estaría obligado a tomar las medidas oportunas para la retirada menciones conmemorativas de exaltación, personal y colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”. Sin embargo, ha criticado que el documento presentado hoy por la Asesoría Jurídica Municipal “cuestiona y solicita más información”.

    Amado Granell

    Por otra parte, Broseta se ha mostrado “muy satisfecho” por la aprobación en la Comisión de Cultura y Educación de hoy de denominar una vía pública de la ciudad con “Calle de Amado Granell Mesado”. Para el concejal socialista supone un “reconocimiento justo a un luchador por la libertad”, y ha manifestado además que “figuras históricas de la envergadura de Amado Granell, por su compromiso con la libertad y por su lucha, debería conocerlos toda la ciudadanía, y a partir de hoy va a ser más conocido por los que somos ahora sus conciudadanos, ya que vivió un tiempo en Valencia”.

    Ha recordado que en noviembre presentó una moción a la Comisión de Cultura para que el Consistorio “otorgue y rotule una calle en honor y recuerdo a Amado Granell Mesado, el valenciano que estuvo al mando de los primeros soldados aliados que liberaron París (Francia)”.

    Granell nació en Burriana en 1898. Su participación en la segunda guerra mundial fue muy destacada: tras el desembarco aliado en el norte de África a finales de 1942 se incorporó a los Cuerpos Franceses de África con los que combatió en Túnez frente al mariscal Rommel. Integrado en la Segunda División Blindada del general Leclerc, como ya hemos dicho, desembarcó en Normandía el 1 de agosto de 1944 y al mando de la 9ª Compañía fue el primer militar aliado que entró en París la noche del 24 de ese mismo mes. Finalizó la guerra con su compañía en Alemania.

    En 1950 estableció en París el restaurante “Los Amigos”. En 1952 regresó clandestinamente a España viviendo en Santander, Barcelona y Madrid hasta que trabajó en un negocio de electrodomésticos en Valencia. Falleció el 12 de mayo de 1972 en accidente de tráfico en las inmediaciones de Sueca (Valencia).

    Llegó a ser condecorado por Francia con la Cruz de Guerra con palmas y la Legión de Honor, máximas distinciones militares francesas. Pero su reconocimiento institucional en España ha tardado en llegar, y no ha sido hasta el pasado 12 de noviembre, cuando el Instituto Francés quiso reconocer la figura y la hazaña de Amado Granell y descubría una placa conmemorativa oficial –la primera en España– en el patio del Instituto Francés de Valencia. A partir de hoy ya tiene una calle en Valencia.

    En el acto en el Instituto Francés de Valencia, el actual embajador francés en España, Jérôme Bonnafon, insistió en la importancia de que Granell fuera el primer soldado que, el 24 de agosto de 1944, llegó hasta la plaza del Ayuntamiento parisino y fuera el primer soldado que simbólicamente liberó la capital francesa. En su discurso, el embajador francés llegó a calificar a Granell como "una de las grandes figuras de la Francia libre" por su compromiso y rebelión y calificó su acción como un "acto de humanismo y fe en el hombre" frente a una ideología "inhumana en su esencia" y para "aplacar" al totalitarismo. "La liberación de París –continuó diciendo el embajador– no fue la liberación de un bando sobre otro, o de unos países sobre otros, sino de la humanidad y la razón sobre las fuerzas de la opresión y de la servidumbre. Fue la victoria del ser frente a la nada.

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