Compromís exige a FGV mejorar las frecuencias de metro y tranvía
En todo el año existen más días de horario reducido que ordinarios, 186 días frente a 179 días
Compromís ha presentado una moción en la comisión de urbanismo y transporte de septiembre pidiendo que el ayuntamiento exija una mejora significativa de las frecuencias de paso del metro y el tranvía en el área de Valencia.
Cómo es evidente en cualquier ciudad del mundo y también en Valencia, el metro y el tranvía son herramientas fundamentales para avanzar en la movilidad sostenible de la ciudad. Su funcionamiento evita la entrada de miles de vehículos diariamente en la ciudad así como la disminución de vehículos de vecinos de Valencia que circulan por la misma.
El metro de nuestra ciudad, pero, tiene un funcionamiento precario en cuanto a frecuencias de paso por las estaciones de Valencia y de los municipios del alrededor. Si analizamos los horarios ofrecidos por la empresa en 2014 el número de días con horario reducido es superior al número de días con horario ordinario. Así entre días festivos, sábados y servicios intermedios suman 186 días en 2014, cuando los días ordinarios o normales se quedan en 179.
En Valencia, tener un horario normal ya supone tiempos de frecuencia muy elevados e impropios del que se denomina en todo el mundo como metro. Si comparamos entre los horarios de metro de Valencia y otras ciudades europeas, en horarios normales ciudades como Madrid y Barcelona tienen frecuencias de 3-5 minutos, frente a los 10-15 minutos de la ciudad de Valencia. Mientras que un horario reducido implica que la frecuencia de paso de las unidades de metro puede llegar a ser de más de 25 minutos, por encima de la frecuencia de los trenes de cercanías de Renfe hacia Castelló, Gandía o Xàtiva.
Joan Ribó, portavoz de Compromís, ha declarado: “El servicio de FGV en la ciudad de Valencia es lamentable, no podemos continuar de esta forma. Está provocando el desplazamiento hacia el coche particular de muchas personas empeorando la situación de la movilidad en Valencia de forma considerable. Si a esto sumamos las líneas paralizadas como la L2 o la orbital, estamos ante otro agravio de la Generalitat frente a los vecinos de Valencia, Barberà tiene que exigir a las instituciones gobernadas por el Partido Popular respeto hacia nuestra ciudad y sus vecinos”.
