Monseñor Osoro preside la misa exequial por el sacerdote Manuel Guillén
El arzobispo electo de Madrid y administrador apostólico de la archidiócesis de Valencia, Monseñor Carlos Osoro, ha presidido esta mañana la misa exequial por el eterno descanso del ex presidente de la comisión diocesana para los Mayores, el sacerdote Manuel Guillén, que falleció ayer a los 91 años, de quien ha elogiado su “elegancia espiritual, intelectual y humana” y su “entrega total como servidor de Cristo”.
En su homilía, monseñor Osoro ha recordado a Manuel Guillén como “sacerdote entregado a ser servidor y administrador de los misterios de Dios”, “que prestó su vida para que el rostro del Señor se manifestase en medio de los hombres”.
Igualmente, después de citar las responsabilidades que Guillén ejerció a lo largo de su ministerio sacerdotal, el prelado se ha detenido en el movimiento diocesano “Vida Ascendente”, del que fue su consiliario de 1990 a 2013. Este movimiento “nos dice que la vejez no es el término sino que es la ascensión, la plenitud, y con esa plenitud él quiso vivir el último momento de su vida”, ha indicado.
Según monseñor Osoro, el “testamento” que Manuel Guillén deja a los fieles y sacerdotes valencianos es que “no vivamos desde nosotros sino que vivamos la novedad de quien es la vida, que es Jesucristo” y que “nos entreguemos a ser servidores y rostros vivos del Señor en medio de los hombres para administrar y regalar los bienes que Dios nos ha dado”.
La misa exequial, celebrada en la parroquia Purísima Concepción de Quart de Poblet, que se encontraba repleta de fieles, ha sido concelebrada por medio centenar de presbíteros.
En ella, han participado también familiares, amigos del sacerdote fallecido, y religiosas Cooperadoras de Betania, en cuya residencia sacerdotal de Quart de Poblet residía Manuel Guillén, así como el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Alfredo Peris, junto a varios vicerrectores.
