La parroquia valenciana de San Nicolás recupera mañana la “siesta musical” con un concierto de música sacra en torno a la Eucaristía
A las 20 horas, en la festividad de la Octava del Corpus y de San Pedro Apóstol
La parroquia de San Nicolás de Valencia recuperará mañana, domingo, una antigua tradición musical, denominada la “Siesta Musical”, con un concierto de composiciones religiosas en torno a la Eucaristía, coincidiendo con la celebración de la Octava del Corpus y la de San Pedro Apóstol.
El concierto de música sacra, que tendrá lugar a las 20 horas en el templo parroquial, ubicado en la calle Caballeros, 35, será ofrecido por un quinteto de metales con trompeta, trompa, trombón y tuba; por el coro de Cámara “Studium Vocale”, bajo la dirección de Daniel Rubio; y por Vicente Ros, al órgano.
La “Siesta Musical”, que “dejó de ofrecerse bajo esa denominación entre finales del siglo XIX y principios del XX, estuvo siempre vinculada, como música eminentemente religiosa, a la celebración de importantes solemnidades y actos litúrgicos”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el organista Vicente Ros.
El programa de mañana incluirá obras de distintos autores, como Juan Bautista Comes, Vicente Rodríguez, Urbán de Vargas, Louis Niedermeyer, Michael Haller, y Franz Liszt, bajo los títulos “Alabado sea el Santísimo”, “Oh, que buen Pastor”, o “Tu es Petrus”, entre otros.
En el quinteto de metales figurará Simó Hervás Cuallado y Guillermo Martínez López, a la trompeta; Miguel Jorge Vidagañ, a la trompa; David Alonso Campos, al trombón; y Josep Colom Gimeno, a la tuba.
El repertorio de este domingo completará otro concierto que la parroquia de San Nicolás organizó el pasado sábado en la víspera de la solemnidad del Corpus Christi, y ambos se enmarcan dentro del ciclo “Música para la reflexión”, impulsado “para la meditación y reflexión personal”, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes parroquiales.
“Música para la reflexión” es una iniciativa pionera en Valencia “que se desarrolla desde hace años en templos importantes de algunas capitales europeas”, cuyo fin es “abrir un espacio dentro de la ciudad para meditar, reflexionar y rezar, escuchando música”, han añadido las mismas fuentes.
