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Broseta felicita al Gremi de Llibres por la organización de la feria y lamenta que "el PP dé la espalda a la cultura"

  • El concejal socialista critica la partida mínima del presupuesto municipal para adquisiciones bibliográficas

El portavoz adjunto del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Salvador Broseta, ha felicitado hoy, día de la inauguración de la Feria del Libro de Valencia, a los organizadores del acontecimiento, el Gremi de Llibrers, “por el esfuerzo que hacen, año tras año para que Valencia sea un referente en el mundo del libro, y lo consiguen pese a escasísimo apoyo de nuestros gobernantes”. Broseta ha añadido que el PP “ha dado y sigue dando la espalda a la cultura, a la formación y al libro, y asisten a la inauguración de la Feria del Libro, pero no tienen nada que celebrar, en todo caso deberían agachar la cabeza, ser más humildes y escuchar a la ciudadanía”.

Broseta ha criticado que el Ayuntamiento de Valencia sólo destine 101.940 euros para la adquisición de fondos bibliográficos para las bibliotecas municipales. “Es una cantidad muy escasa, mínima, de un presupuesto total de más de 730 millones de euros, supone el 0,01 por cien, da casi vergüenza hacer el cálculo”, ha añadido el concejal socialista.

Broseta ha continuado explicando que “si esa cifra la dividimos entre el número de bibliotecas municipales nos da como resultado el interés del PP en el libro y en la cultura”. Así, el cociente de los 101.940 euros de adquisiciones bibliográficas entre las 32 bibliotecas municipales más la biblioteca central, es de poco más de 250 euros al mes para cada biblioteca. “No da prácticamente ni para la tasa de reposición de los libros gastados de las bibliotecas, así que hablar de nuevas adquisiciones es una utopía”, ha denunciado.

Broseta ha completado la información haciendo referencia a los documentos internacionales respecto al libro. Ha explicado que la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecarias (IFLA en sus siglas en inglés) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) elaboraron conjuntamente un documento, en 2001, sobre el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas. El documento versa sobre los fondos de las bibliotecas públicas y establece unos criterios recomendables respecto a la gestión de los fondos y mantenimiento de los mismos. “Una de las recomendaciones destacadas que hace la IFLA y la UNESCO es que en las bibliotecas públicas en líneas generales, los fondos deberán tener entre 1,5 y 2,5 libros por persona”. “En ningún distrito de la ciudad de Valencia –ha seguido argumentando el concejal socialista– se llega a la ratio mínima recomendada por la IFLA y la UNESCO respecto al número de libros (o fondos) por persona. Ni siquiera se aproximan. Incluso la mayoría no tiene el mínimo deseado, y es que en teoría una nueva biblioteca debe contar con un fondo mínimo de un libro por persona”. Y es que en más de la mitad de los distritos ni siquiera llegan a “medio libro” por habitante.

Broseta ha destacado que “un objetivo modesto para un período de tres años sería llegar a poseer 2 libros por persona”, y el Ayuntamiento de Valencia “no ha hecho el esfuerzo mínimo por alcanzar ese objetivo”. Así ha explicado que su formación presentó hace unos meses una moción a la Comisión de Cultura y Educación en la que proponían que el Consistorio pusiera en marcha un Plan de Fomento de la Lectura cuyo principal objetivo fuera fomentar la lectura en el ámbito municipal para elevar el nivel cultural de los ciudadanos. Para ello, planteaba que se promocionase “la creación, edición, difusión y distribución de libros, el impulso de las bibliotecas” y “se desarrollasen los programas necesarios como medida de promoción y fomento de la lectura previstos en el desarrollo de dicho Plan de forma regulada”. Entre las actuaciones que recogía la moción se encontraba “potenciar el uso de las Bibliotecas Públicas y Escolares”, así como “establecer políticas específicas de animación a la lectura según las demandas y características sociales, culturales y educativas”. “Pero al PP no le interesó lo más mínimo y votó en contra”, ha precisado Broseta.

El portavoz adjunto ha criticado que “entre las prioridades del PP no estén ni el fomento del conocimiento ni el de la cultura”. “Esto es muy grave porque una sociedad formada tiene muchas más opciones de salir antes de la crisis y con acciones como estas no vamos por ese camino”, ha sentenciado.

Finalmente, ha recordado que en un dictamen del Consell Valencià de Cultura de 2003 “se decía que un libro, como producto mercantil, estaba ligado a los condicionamientos del mercado pero que es mucho más. El rendimiento cultural, social y de estímulo intelectual debería inducir a los responsables políticos y sociales a contemplar el mercado del libro con perspectivas diferentes”. “Parece, a tenor de la escasa importancia que el PP otorga a la cultura del libro, que no han leído dicho dictamen, no lo han querido leer o, en el peor de los casos, lo han leído pero no le han hecho caso”, ha concluido.

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