Miles de personas rinden homenaje a la Virgen de los Desamparados en la primera salida de su imagen original desde 1961

Miles de personas han rendido homenaje esta mañana a la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados, cuya imagen original del siglo XV, ha salido por primera vez de su Basílica desde 1961.

La Plaza de la Virgen se encontraba abarrotada desde las 10,30 horas de la mañana, una hora antes de la salida de la imagen en su anda que ha sido portada por sacerdotes diocesanos.

La imagen original ha sido bajada de su camarín a las 7 de la mañana y, para ello, ha sido necesario instalar un andamio y retirarle momentáneamente, por razones de espacio, la corona y la aureola, que le han sido repuestas en la nave central del templo antes de su salida.

La talla lucía el manto del capellán Mata, del siglo XIX, que se le colocó el día en que fue bendecida su restauración por el arzobispo, monseñor Carlos Osoro.

En el instante de la salida por la puerta de bronce de la Basílica han volteado las campanas del Miguelete mientas la multitud de personas aclamaba a la patrona, ovacionándola y con vítores.

El Arzobispo asegura que la imagen original de la Virgen “sale para deciros que Dios está de parte del hombre”
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha dirigido una predicación dentro de la acción evangelizadora en Cuaresma “Misión Magníficat”, en la que ha asegurado que la Mare de Déu “sale hoy, después de 53 años, para deciros a todos que Dios está de parte del hombre, y que os quiere en la construcción de esta nueva época que está surgiendo”.

En este sentido, el prelado, que ha iniciado su predicación en valenciano, ha animado a todos los presentes, que abarrotaban la plaza a “mostrar y poner cimientos dando rostro a Dios, en vuestra familia como padres, hijos o abuelos; en vuestro trabajo; en vuestra capacidad de perdón y de reconciliación con los hombres; y en la de amar, con el amor que la Virgen Santísima en sus mismas manos nos muestra, que es Jesucristo”.

En su predicación, dirigida a las vicarías I y II de la archidiócesis, que abarcan la ciudad de Valencia y su área metropolitana, monseñor Osoro ha advertido que “la necesidad de Dios no es secundaria sino fundamental, para construir este nuevo mundo que está surgiendo”, porque “pone fundamentos y da palabras para caminar y orientar la vida y nos hace libres hasta, incluso, para no contar con Él”.

A este respecto, el arzobispo de Valencia ha indicado que “esta nueva etapa de la historia es de hombres y mujeres que se fíen de Dios” como la Virgen María y ha subrayado que “los cristianos tenemos una responsabilidad especial en la construcción y en poner los fundamentos reales a un presente y un futuro, donde la fraternidad, la comunión entre los hombres, la paz, la justicia y la verdad, no sean una palabra más”.

Asimismo, el prelado ha animado a “ser capaces de imitar a la Virgen María, a la Mare de Déu dels Desamparats, en la acogida que Ella tuvo en su vida de Dios” y, recordando el mensaje del Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, a que “la Iglesia salga y abra las puertas para que todos puedan entrar”.

Al principio de su predicación en la plaza de la Virgen, el Arzobispo ha pedido ante la imagen original de la Virgen, su intercesión para “amparar a los niños y más pequeños, a los matrimonios y familias, para que sean elementos constructivos de un mundo mejor, a aquellos que experimentan la pobreza, la injusticia, la marginación, la cárcel, la falta de trabajo, y las drogas o nuevas adicciones, y amparar a nuestros mayores, enfermos, así como a la ciudad de Valencia y a toda la Comunitat Valenciana, para que nunca pierdan sus raíces cristianas”.

Tras la predicación, ha tenido lugar el rezo del Rosario mientras más de un centenar de sacerdotes se han distribuido por la plaza de la Virgen, para administrar el sacramento de la Reconciliación a los fieles.

A su término, se ha abierto un pasillo central en el que miles de personas han podido pasar durante media hora en fila de cuatro junto a la imagen original para verla de cerca. El Arzobispo ha permanecido a su lado, al igual que el rector de la Basílica, Juan Bautista Antón, y han acercado a la imagen a niños pequeños o, incluso, fotos, que les daban los fieles para que pudieran pasarlas por el manto.

Finalmente, a las 13.40, la imagen ha sido llevada de nuevo a la Basílica de la Virgen, entrando por la puerta de bronce. Una vez en el interior, y antes de ser colocada de nuevo en el camarín, el arzobispo de Valencia y los sacerdotes han rezado una salve final.