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Venían a ofrecer lo mejor de ellos y así lo hicieron

Una soberbia disparà de la mano de Pirofantasía Carlos Caballer

Una soberbia disparà de la mano de Pirofantasía Carlos Caballer
  • Han logrado uno de los mayores triunfos de sus disparos en la plaza del Ayuntamiento de Valencia

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Una soberbia disparà de la mano de Pirofantasía Carlos Caballer - (foto 3)
Una soberbia disparà de la mano de Pirofantasía Carlos Caballer - (foto 4)
Una soberbia disparà de la mano de Pirofantasía Carlos Caballer - (foto 5)

Tras dos años de ausencia en la plaza del Ayuntamieno, Pirofantasía Carlos Caballer ha vuelto a hacerla vibrar con un disparo redondo y de gran potencia.

Venían con gran ilusión, y como nos comentaban la noche anterior (tras el castillo de fuegos que dispararon en el río), “hemos puesto especial mimo en cada artificio, en cada volcán de descarga de trueno, en cada candela, en cada trueno de aviso y en cada grupo de golpeadores… no os podéis imaginar el gran trabajo que lleva esto, para nosotros el disparo de mañana significa mucho”.

Venían a ofrecer lo mejor de ellos y así fue.

Un disparo como gusta al público: potente, claro, creciente, y controlado en todos sus detalles sin dejar de lado a los aficionados más exigentes. Además, clásico a rabiar en su concepción, en el cual lo único moderno, o mejor dicho, digital, era el gran bombardeo final o descarga de cartuchería de gran calibre.

La verdad es que no tiene mucho sentido entrar a describir o a desgranar un disparo tan imponente, pues lo más recomendable es visionar algún vídeo del mismo. Pero no se puede pasar por alto el gran atrevimiento de disponer un bombardeo/descarga tan largo, intenso y creciente. Es lo que la gente recordará sobretodo de este disparo, el monumental rugido que hizo temblar los mismísimos cimientos de la plaza y el ensordecedor arrebato o golpe final que precedió a una ovación como pocas veces se ve en la plaza.

También hay que decir que la disparà fue particularmente sencilla en su concepción, y sin grandes complicaciones de diseño: unos principios aéreos tradicionales, un cuerpo rápido, denso y potente, y el cierre final en descarga que iba dando vueltas a la plaza en aceleración, coronado al final por un golpe de serpentinas desde candelas turbo y truenos de aviso por arriba, todo al unísono. No hacía falta más, porque lo importante en pirotecnia no es abarcar todo tipo de artificios, sistemas de disparo etc. sino en todo momento el fuego, y doblegarlo para emocionar al público.

En resumidas cuentas, hoy se ha logrado la gran ovación unánime del público y eso es lo más difícil que hay en pirotecnia.

Mis felicidades.

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