Una jornada pirotécnica dedicada a Luis Pérez en la que el viento no dio tregua

Hacía apenas unas pocas horas que nos enterábamos del fallecimiento de Luís Pérez Pérez, y en menos de un día la firma de Guadix, María Angustias, tenía programada su mascletá en el Ayuntamiento de Valencia.

Así que de la noche a la mañana, cosas de la vida, la mascletá fue el gran homenaje al padre de Antonio Luis Pérez Aranda que, además, también perdió recientemente a su hermano en noviembre de 2013.

El montaje no se suspendió por el fallecimiento, y los trabajadores de la firma, todos ellos “echados para adelante” tenían ya a las 13 horas la dispará perfectamente terminada, lista para darle fuego, y hacer de ella su particular homenaje al difunto.

Además tampoco dio tregua el viento que lleva unos días soplado con fuerza, y unas horas antes de comenzar el disparo se decidió suprimir todo el fuego aéreo siempre sin llegar a montarse del todo.

Desde el interior de la plaza no se percibía la sensación del viento, lo cual inquietó al público, pero bastaba fijarse en algunas banderas colocadas en la parte superior de los edificios para comprobar que sí soplaba un viento que hacía inadecuado el disparo de pitos, serpentinas, carcasas, etc…

Aun así, pese a todo, la firma de Guadix disparó su mascletá. Esta vez venían con un diseño tradicional, clásico, pero no pudo ser como ellos querían.

Solo se pudo disfrutar de un nítido cuerpo terrestre y terremoto, eso sí, perfectamente ejecutados, sin el “efecto moto” de los truenos cuando explotan a la vez y con un aumento de volumen constante en el terremoto.

Se puede decir que no ha sonado toda la mascletá, pero sí su esencia, el fuego terrestre, ese trabajo de artesanía ya histórico que constituyen las retenciones, los ramales de terremoto, y los rastres, alma sonora de la mascletá.

Seguro que el año que viene podremos oír un disparo como ellos quieren, porque ilusión, sacrificio y ganas de trabajar desde luego que no han faltado.

Desde estas líneas trasladamos todo nuestro apoyo a la firma granadina María Angustias Pérez.