El físico Ignacio Cirac, el jurista Pascual Sala, el politólogo Sami Naïr y el cirujano Paul Sugarbaker, doctores ‘honoris causa’ por la Universitat de València
El Consell de Govern de la Universitat de València ha aprobado, este viernes, nombrar doctores ‘honoris causa’ el físico Ignacio Cirac, el jurista Pascual Sala, el politólogo Sami Naïr y el cirujano Paul Sugarbaker. En los próximos meses se concretarán las ceremonias oficiales de investidura. Los cuatro han recibido un amplio apoyo en la votación.
Ignacio Cirac es reconocido internacionalmente por sus trabajos en Óptica Cuántica, Información Cuántica y la Física Cuántica. Entre sus aportaciones más importantes destacan la primera propuesta de ordenador cuántico, basada en un sistema físico realizable al laboratorio; la idea que los átomos fríos atrapados en redes ópticas pueden ser utilizados como simuladores de sistemas de materia condensada; o sus aportaciones a la teoría de la maraña cuántica (‘entanglement’). El impacto de sus investigaciones es enorme en la comunidad científica y es uno de los físicos más influyentes en el mundo.
Cirac nació el año 1965 en Manresa y es licenciado (1988) y doctor (1991) en Física por la Universidad Complutense de Madrid. Fue profesor a la Universidad de Castilla-La Mancha entre 1991 y 1996, año en que marcha en Austria para ocupar una plaza de catedrático a la Universidad de Innsbruck, donde permaneció hasta el año 2001, cuando, a los 35 años de edad, llega a director de la División Teórica de la lnstitut Max-Planck pera la Óptica Cuántica en Alemania –centro de referencia mundial–, posición que ocupa actualmente.
Sami Naïr es politólogo, filósofo, sociólogo y catedrático francés, especialista en movimientos migratorios y creador del concepto de co-desarrollo. Entre 1997 y 1999 fue asesor del Gobierno de Lionel Jospin, y hasta 2004, europarlamentario. Es catedrático en Ciencias Políticas, director del Centro Mediterráneo Andalusí (CMA) y profesor-investigador en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Dirigió ‘Les temps Modernes’ junto a Simone de Beauvoir y ‘L’Evenément européen’, con Edgar Pisani.
Por lo que se refiere a la Universitat de València, las relaciones con Sami Naïr se remontan a casi veinte años. Ha sido profesor invitado y profesor titular de las cátedras Cañada Blanch y Mediterránea. Él mismo jugó un papel decisivo en la creación de cátedra Cañada Blanch. A lo largo de los años el profesor Naïr ha ayudado a la consecución de becas y estancias de formación de investigadores y profesores, y ha participado en la formación y en la evaluación de tesis de máster y de doctorado en diferentes departamentos y facultades de nuestra Universidad.
Pascual Sala Sánchez (Valencia, 18 de junio de 1935) ha ocupado la presidencia del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial entre 1990 y 1996. El 2004 fue elegido miembro del Tribunal Constitucional, y presidente el 2011. Licenciado en Derecho por la Universitat de València, es experto en Derecho Administrativo y proceso contencioso administrativo, y ha publicando varias obras sobre estas materias.
Ingresó a la carrera judicial en 1962 y accedió por oposición al lugar de magistrado de la jurisdicción contenciosa administrativa, tarea que desarrolló entre 1972 y 1982. El 1982 fue nombrado consejero del Tribunal de Cuentas por el Congreso de los Diputados a propuesta del PSOE. Cuatro años después se convirtió en magistrado del contencioso administrativo del Tribunal Supremo, y el 1988 fue elegido presidente del Tribunal de Cuentas por los miembros de este tribunal.
Paul Sugarbaker es un eminente cirujano de EEUU, que trabaja actualmente en el National Cancer lnstitute de Washington como director de Programa de Tratamiento de la carcinomatosis peritoneal. En el año 1983 inició un nuevo tratamiento de esta patología, basado en la Cirugía Citorreductora de máximo esfuerzo combinada con la aplicación de quimioterapia peritoneal peroperatoria con hipertermia.
Este procedimiento, que lleva su nombre (CRS+HIPEC, Técnica de Sugarbaker), ha demostrado su eficacia en esta patología, que hasta entonces había sido considerada inoperable. Los buenos resultados han hecho que fuera aceptada por la comunidad científica internacional, con difusión y aceptación mundial. En el Hospital Clínico Universitario de Valencia, se inició dicha técnica en el año 1996 con magníficos resultados. En octubre pasado se le impuso la Medalla de la Universidad de Valencia.
