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El Peset usa la radiofrecuencia para tratar la hipertensión resistente a los fármacos

El Peset usa la radiofrecuencia para tratar la hipertensión resistente a los fármacos
  • Esta intervención busca desactivar la red nerviosa que rodea la arteria renal para evitar que su estimulación aumente la presión arterial

  • La técnica se utiliza en pacientes que, a pesar de usar más de 3 fármacos, no tienen su presión arterial controlada

  • La hipertensión afecta a un 40% de los valencianos mayores de 18 años y es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular

La Unidad de Radiología Intervencionista del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario Doctor Peset ha empezado a utilizar una técnica conocida como denervación renal percutánea para tratar lo que se conoce como hipertensión refractaria, es decir, aquella que no responde al tratamiento con fármacos y que, por tanto, puede tener consecuencias graves para los pacientes afectados.

Esta novedosa intervención busca desactivar la red nerviosa que rodea la arteria renal para evitar que su hiperactividad aumente la presión arterial. Para ello, se introduce un pequeño catéter de 2 milímetros de diámetro por la arterial femoral (desde la ingle) y se llega a las arterias renales usando imágenes de rayos X y contraste como guía.

"Una vez cateterizadas las arterias renales aplicamos radiofrecuencia sobre las fibras nerviosas que rodean las arterias renales, sin dañar el vaso. Con esta especie de quemadura local se consigue desactivar los estímulos nerviosos que potencian y mantienen la hipertensión. Así alteramos el sistema simpático renal que es el que puede incrementar la vasoconstricción, el ritmo cardíaco y la contractilidad del corazón y, con ello, la hipertensión", explica la doctora Elena Lonjedo, de la Unidad de Radiología Intervencionista del Hospital Universitario Doctor Peset.

Para realizar la intervención se aplica una sedación leve al paciente y después, sólo necesita permanecer hospitalizado 24 horas para controlar su presión arterial y ajustar su medicación. "Estamos ante una técnica mínimamente invasiva y muy innovadora que actualmente sólo se usa en una decena de hospitales españoles (Clínico, La Fe, La Ribera y Peset entre ellos), pero que ya tiene una eficacia clínica comprobada de cinco años. Además, el procedimiento no afecta para nada a las funciones normales del riñón. Lo que se pretende es reducir la dependencia farmacológica de estos pacientes y las complicaciones asociadas a la hipertensión arterial grave, ya que estos pacientes requieren ingresos hospitalarios casi semanales", apunta la doctora Lonjedo.

El 40% de los valencianos
En la actualidad, la hipertensión afecta a un 40% de los valencianos mayores de 18 años y este porcentaje aumenta hasta el 60% en mayores de 65 años (según los últimos datos de la Sociedad Española de Hipertensión). De todos ellos, entre un 3 y 5% no consigue controlar su presión arterial por debajo de 140/90 mmHg a pesar de un tratamiento adecuado con al menos 3 fármacos antihipertensivos.

La hipertensión no controlada es un factor de riesgo importante de morbilidad y mortalidad cardiovascular, así como de desarrollo de enfermedad renal crónica. Estos pacientes que, a pesar de cumplir el tratamiento, no logran reducir su presión arterial, tienen complicaciones que van desde arritmias y cefaleas hasta otras más graves como retinopatías hipertensivas, hemorragias cerebrales, deterioro cognitivo, infartos, aterosclerosis o cardiopatía hipertensiva, entre otras. Incluso hay veces que deben renunciar a la posibilidad de tener hijos porque pondrían en riesgo su propia vida.

De especial importancia son, además de las complicaciones cardiacas asociadas a la hipertensión, la afectación renal. Así, un tercio de las consultas del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Doctor Peset tiene como causa principal la hipertensión arterial y el 85% de los pacientes que pasan por este servicio es hipertenso.

"A pesar de que los diferentes dispositivos de denervación son catéteres caros, la mejoría en la calidad de vida de los pacientes es evidente y la reducción en los costes farmacológicos e ingresos repetidos, supone una reducción del gasto hospitalario en la situación actual de optimización de recursos", asegura la doctora Lonjedo.

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