El Arzobispo recibe el anillo episcopal de hojalata de monseñor Olaechea donado por su actual propietario
En su homilía, define al prelado vasco como “persona extraordinaria sobre todo con los más necesitados”
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha presidido una eucaristía esta tarde en la parroquia de San Miguel y San Sebastián de Valencia en la que el actual propietario del anillo episcopal de hojalata que usó monseñor Marcelino Olaechea cuando era arzobispo de Valencia, tras subastar el suyo de oro en favor de los damnificados por la riada que asoló en 1957 la capital valenciana ha donado al Arzobispado la pieza.
En su homilía el Arzobispo ha asegurado que “con ese gesto de donar su anillo y al hacerse uno de hojalata de escaso valor monseñor Olaechea marcó la dirección de solidarizarse con todos aquellos que estaban sufriendo haciendo ver también que quería estar como lo estaba pasando la gente”.
Asimismo, monseñor Osoro ha manifestado que “recogemos este anillo en un momento en el que también mucha gente está pasando muchas dificultades pero a la vez nos encontramos con personas extraordinarias que como don Marcelino se preocupan de lo más necesitados”.
Igualmente, el prelado ha afirmado que “don Marcelino como buen pastor marcó el camino en un momento en el que los valencianos vivían una situación de sufrimiento”.
El anillo ha sido entregado por su actual propietario, heredero de una familia que participó en la subasta de 1957, durante la eucaristía. Cuando el Arzobispo ha recibido el anillo y lo ha levantado para mostrarlo a los fieles todos los asistentes han prorrumpido en un espontáneo y prolongado aplauso.
Tal como explica el escrito de donación que ha leído el párroco, Juan Andrés Talens, antes de la entrega del anillo “en 1957 el matrimonio valenciano formado por Joaquín Muñoz y Josefa Murgadas pujó por el anillo episcopal de monseñor Olaechea en una subasta que se efectuó en Radio Juventud de Murcia en favor de los damnificados por la riada y, aunque llegaron a ofrecer un millón de pesetas, no pudieron conseguirlo”.
Meses después, y “gracias a la mediación de periodistas de Radio Valencia” el matrimonio adquirió “por esa misma cantidad de un millón de pesetas el anillo episcopal con el que el prelado había sustituido provisionalmente al otro subastado”. En esta ocasión, era de hierro estañado u hojalata, con la fecha de la riada de Valencia (14 de octubre de 1957). El matrimonio entregó el dinero a monseñor Olaechea “que también lo donó por entero a los damnificados”, ha señalado el párroco.
Cuando Josefa Murgadas falleció, viuda y sin hijos, dejó como único heredero a su hermano Joaquín Murgadas Estellés, padre del actual poseedor del anillo, José Murgadas Payá, quien lo adquirió como parte de la herencia de su padre y que ahora “dona libremente al Arzobispado de Valencia”, concluye el documento.
Asimismo, antes de la misa, los campaneros del barrio de Quart de Valencia han tocado manualmente y han realizado volteos de misa mayor desde la iglesia de San Miguel y San Sebastián, ubicada en la Plaza de San Sebastián.
