ASPADIS vende 34.000 pulseras solidarias para financiar sus centros de niños discapacitados psíquicos
Con un precio de un euro por unidad, todavía se pueden adquirir 6.000 más
La Asociación de Padres de Discapacitados Psíquicos (ASPADIS), fundada y dirigida por el sacerdote Vicente Aparicio, ha vendido un total de 34.000 unidades de las pulseras solidarias “Soy tu voz” para recaudar fondos destinados a financiar los centros de la entidad dedicados a niños discapacitados psíquicos.
Las pulseras, con un precio de un euro, son de tela de seda de color azul y tienen impreso el emblema de ASPADIS así como el lema “Soy tu voz”, según ha indicado hoy Vicente Aparicio.
“Con el dinero recaudado por la venta de estas pulseras hemos podido comprar colchones nuevos para nuestros centros y realizar trabajos de mantenimiento en la calefacción o reparación del aire acondicionado”, ha añadido.
Igualmente, quedan 6.000 pulseras disponibles para todas aquellas personas, parroquias, asociaciones, empresas o colegios que así lo solicitan a través del teléfono 96 244 36 64. Asimismo, esta iniciativa benéfica se suma a otras que ya desarrollaba el sacerdote Vicente Aparicio como son la venta de lotería o la venta del turrón solidario durante Navidad.
ASPADIS acoge a 85 niños en sus centros de las localidades de Alberic, donde cuenta con dos instalaciones, Carcaixent y Polinyà de Xúquer. Los menores son atendidos por más de 80 profesionales, entre ellos psicólogos, médicos, fisioterapeutas y auxiliares de clínica “que colaboran para lograr el máximo desarrollo físico, psíquico y social de los niños y jóvenes dentro de sus limitaciones”, según su director.
ASPADIS es una asociación benéfica sin ánimo de lucro fundada en el año 1980 para la asistencia y rehabilitación de niños y jóvenes disminuidos psíquicos profundos.
Además, para ofrecer más información cuenta en Valencia con un local, sede de Aspadis Mundi, en la avenida de Cataluña, 1, desde donde se coordinan también acciones internacionales y dispone del número telefónico 683162096.
