Monseñor Osoro asegura que “desde el relativismo no se puede salir de ninguna crisis”

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha manifestado hoy que “la esencia de la Universidad está en la búsqueda de la verdad”, y ha advertido que una de las razones de la situación de emergencia educativa que se da en la sociedad actual está en el relativismo, “desde el cual es imposible salir de ninguna crisis de ningún tipo”. Por ello, ha resaltado que la “finalidad de la Universidad está en educar para la libertad, la autenticidad y ser buscadores de la verdad”.

El prelado cántabro ha pronunciado hoy la conferencia ‘Universidad e Iglesia Católica’ en el marco del curso sobre pensamiento cristiano inserto en los cursos de verano que celebra la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV), de la que monseñor Osoro es también Gran Canciller, en el Seminario Diocesano Monte Corbán de Santander.

Después de referirse al “nacimiento de la Universidad en el seno de la Iglesia Católica”, que siempre, “buscadora y alentadora de la verdad, cuida que el hombre no deje de lado a Dios, porque la verdad se manifiesta también en este Dios que se ha revelado, se ha hecho hombre y se ha manifestado como verdad”, el titular de la archidiócesis de Valencia se ha referido a la relación entre Iglesia y Universidad “en tiempos de emergencia” y, de forma especial, ha aludido a la “emergencia educativa”. A este respecto, el prelado ha recordado que el propio Benedicto XVI tiene más de cien intervenciones en las que alude esta emergencia. La Iglesia tiene “pasión” por hacerse presente en esta emergencia, también desde la Universidad, ha indicado.

Asimismo, el Gran Canciller de la UCV ha insistido en que “en el fondo” la emergencia educativa “es una emergencia antropológica”, una de cuyas raíces se encuentra en el relativismo, “desde el cual es imposible salir de ninguna crisis de ningún tipo”, ha apuntado en referencia al relativismo, “una de las raíces” de esa emergencia. El problema del relativismo es su persuasión de que “no hay verdad” y que todo vale lo mismo. Así, ha añadido que “si todo tiene el mismo valor, no vale la pena dar la vida por nada”.

De la misma forma, el prelado ha subrayado que “la Universidad, que es buscadora de la verdad, no puede marginar ningún aspecto de la existencia humana, entre las que se encuentra la condición creyente” y ha recordado que en el mundo “más del 95% de las personas creen, son creyentes en algo, es una condición humana que es muy importante, y que no se puede desterrar”.

LOS PROFESORES, MAESTROS DE LA VERDAD
Monseñor Osoro también ha tratado sobre el perfil de los profesores. “Necesitamos maestros de la verdad” que, al mismo tiempo, “no caigan en la tentación de abdicar de su condición de maestros, ya que en estos momentos es fácil esa abdicación”.

Igualmente, deben ser maestros que “recuperen la autoridad, no del miedo, sino en el sentido auténtico de su condición por el saber que poseen”, y que estén “dispuestos a comprometerse con la educación integral, con la persona humana, en todas sus dimensiones”, en la que también se encuentra la “dimensión trascendente”.

Así mismo, ha resaltado la importancia de la “vocación” en el profesor universitario y su credibilidad, porque deben ser “testigos creíbles, dado que el buscador de la verdad siempre es un testigo que se hace creíble para los demás”.

Monseñor Osoro ha concluido con una defensa de la Universidad “como lugar de encuentro” y un “ámbito en el que se puede evangelizar”. “Como nos dice el Papa, sin educación no hay evangelización”, ha precisado el prelado.

EL Vicerrector Javier Romero ve necesario en cada profesor “una síntesis personal entre fe y razón”

En esta jornada también ha participado Francisco Javier Romero, vicerrector de Investigación de la Universidad Católica de Valencia, que ha tratado sobre los científicos y profesores universitarios, en relación con el pensamiento cristiano.

Así, “para todo científico y universitario cristiano es necesario realizar una síntesis personal entre razón y fe”. En lugar de formar a “muy buenos teólogos que entren en discusión con muy buenos científicos” sobre la relación entre razón y fe, “lo aconsejable es que el profesor universitario y el científico interioricen ese binomio de un modo personal”, ha añadido.

Según el vicerrector, el maestro debe formar a sus discípulos “buscando la excelencia científica e invitarles a la reflexión sobre la fe, sin imponerla”, dado que “la fe se propone, no puede nunca ser algo obligatorio”.

En su intervención también ha asegurado que “no se puede esperar en un aula a ser buen científico, como no se puede sentarse en un banco de una parroquia a poseer una buena formación cristiana, sino que es necesario rezar, leer, escuchar…. de este modo, tendremos la coraza de la fe y la razón”.