Terra i Mar cumple dos décadas de éxitos

La historia en el deporte se escribe con títulos y, a buen seguro por mucho que en la actualidad se minimicen por la costumbre los logros obtenidos, el tiempo reconocerá que hubo una época en que un club valenciano ejerció un dominio arrollador como mínimo en dos décadas del atletismo nacional.

Lejos queda ya en el tiempo aquel 27 de junio de 1993 cuando las recién estrenadas pistas atléticas del Estadio del Turia veían coronarse al equipo de la capital como campeón absoluto de la división de honor femenina del atletismo nacional. Marta Fernández de Castro, a punto de cumplir por entonces 22 años, ya destacaba en aquel club de blanco inmaculado que todavía lucía en su camiseta el escudo de su madre bilógica, el Valencia C.F. La mítica capitana valencianista, recuerda aquel momento como algo excepcional "No esperábamos ganar, fue apenas por un par de puntos y acabamos todas en la ría" la responsable en la actualidad de la sección de fondo del club reconoce que nadie podía esperar en aquel momento que veinte años después se seguiría en lo más alto "si volviera a repetir, no cambiaría ni un instante de todo lo vivido en este club. Con todas las dificultades que surgen cada temporada, hay que entender que es muy difícil mantenerse veinte años en lo más alto. La unión y el compromiso de todas las atletas han sido imprescindible para llegar hasta aquí"

Y la leyenda continúa
El pasado sábado 2 de junio, 19 años menos 5 días de aquel instante, el equipo señera de la capital del Turia se desplazó hasta la capital de la Plana para continuar la leyenda, y en una final entre los ocho mejores equipos nacionales del momento, volvió a subirse a lo más alto de un cajón del que no ha descendido en las últimas dos décadas.

Las pistas castellonenses fueron testigos de esta hegemonía y, a pesar de las lesiones ya conocidas del abandono por lesión de Esther Desviat en mitad de la prueba de los 3.000 metros lisos, o de la incomparecencia por lesión de Ana Torrijos en el relevo corto, el C.A. Valencia Terra i Mar sumó 128 puntos, 33 más que el segundo clasificado.

Estos números demuestran que el peso de la exigencia no ha pasado factura y la adaptación a la difícil situación actual no ha mermado un ápice el compromiso y la fe en la victoria. Sus atletas, desde la más veterana como Alice Matejkova, (48.33 en la prueba de disco a sus 43 años en la segunda jornada liguera celebrada en Durango) o Alba Vives, integrante del cuarteto que disputó el relevo de 4x400 en la final del pasado sábado con poco más de 15 años, han entendido que conformar la disciplina valenciana significa aspirar al éxito, pero con el compromiso ineludible del esfuerzo y el respeto a una historia, a una entidad, que sigue estando a la cabeza del atletismo nacional gracias a su trabajo diario.

Un record muy difícil de igualar
Un trabajo como el realizado desde la escuela del C.A. Valencia Terra i Mar, que bien se puede decir que ha alcanzado su mayoría de edad. Sus más de 600 integrantes que conforman la realidad anual de la cantera valenciana, suponen ya un grueso más que significativo en el conjunto de las participaciones que han llevado al equipo a la

consecución de un nuevo campeonato liguero, algo que resulta un complemento importantísimo, que gracias al apoyo de instituciones como la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia, sigue siendo un ejemplo a seguir por otras entidades deportivas, traspasando al día de hoy su reconocimiento de las fronteras valencianas. La trayectoria se resume en veinte años de éxitos incontestables y un palmarés encomiable. Veinte cetros ligueros consecutivos, un récord que ningún equipo, en ninguna disciplina deportiva, ha alcanzao hasta la fecha.