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El Patriarca fue un caso excepcional en la aplicación del Concilio de Trento en los oficios religiosos

El Patriarca fue un caso excepcional en la aplicación del Concilio de Trento en los oficios religiosos
  • El congreso organizado por el Institut Valencià de la Música y la Universitat dedica su jornada del viernes a la música en torno a san Juan de Ribera y a los efectos de la reforma litúrgica

  • La tradición musical popular pervivió en los oficios religiosos valencianos y españoles pese a la norma

  • Los gozos, lejos de una mera expresión de fervor popular, fueron un importante factor de cohesión social en Valencia tras la Contrarreforma y la expulsión de los moriscos

El Real Colegio Seminario de Corpus Christi de Valencia, fundado por el patriarca san Juan de Ribera, fue un caso excepcional por su aplicación estricta del Concilio de Trento, ya que la tradición popular musical pervivió en los oficios religiosos valencianos.

En el resto de la diócesis de Valencia y de forma similar a lo que ocurrió en el ámbito hispánico, la norma se encontró con serias dificultades y su éxito fue escaso, tal como expondrá mañana viernes día 1 de julio el musicólogo Josep Antoni Alberola en el congreso Música y Reforma Litúrgica desde 1611 hasta el Presente organizado por el Institut Valencià de la Música que se celebra estos días en la Universitat de València con motivo del cuarto centenario del fallecimiento del santo.

Las prioridades de las autoridades eclesiásticas valencianas eran una mayor formación del clero, incluyendo la musical, y la supresión de toda influencia de la música popular en los oficios divinos, que debían celebrarse en latín.

El concilio consiguió en gran medida su propósito relacionado con la formación y la “profesionalización” del clero, que hasta entonces tenía unos hábitos de vida mundanos y bastante alejados de los preceptos de la Iglesia.

Sin embargo, no obtuvo igual éxito en lo que se refiere al aspecto musical. Aunque la norma establecía taxativamente que no se permitían las canciones profanas o en lengua vulgar de influencias profanas en los templos, el concilio provincial abría la puerta a posibles excepciones si la obra pasaba por un censor.

Al parecer, la excepción fue tan grande que a principios del siglo XVII un sínodo prohibió de nuevo este tipo de música, pero aún así se siguieron cantando villancicos en las iglesias .

El papel social de los gozos en la sociedad valenciana del XVII
La sociedad valenciana sufrió una profunda transformación tras la Contrarreforma y la expulsión de los moriscos –cuyos mayores defensores fueron dos valencianos: san Juan de Ribera y el fraile dominico de Algemesí Jaime Bleda–, y los gozos desempeñaron una importante función social para cohesionar y controlar a las clases populares compuestas por personas de diversa procedencia, como explicará el doctor Joan Carles Gomis Corell, profesor del Conservatorio Superior de Música de Castellón en su comunicación sobre la función de los gozos en la religiosidad contrarreformista.

“Los gozos, lejos de una mera expresión poética e ingenua del fervor popular, como se perciben en la actualidad, tenían una fuerte intencionalidad social, política y religiosa”, aclara Gomis Corell.

“El propio san Juan de Ribera, tras fundar el Real Colegio Seminario de Corpus Christi, tuvo muy clara esa potencialidad, por lo que ordenó al maestro de capilla Juan Bautista Comes la composición de obras de este género dedicadas a las cuatro invocaciones del Patriarca, dos de ellas de nueva creación: la Virgen de la Antigua y san Mauro”.

La veneración de una imagen, un punto de referencia para una nueva comunidad, se reforzó con la invención de historias de hallazgos, apariciones y milagros que se grabaron en la memoria colectiva gracias a esos gozos, que no solo tienen el valor de la oración sino de documento histórico.

Los primeros pasos de Juan de Ribera en Valencia
San Juan de Ribera promovió la música a finales de la década de los años setenta del siglo XVI, pero únicamente en los ámbitos de la liturgia y la devoción, tales como las celebraciones del Corpus Christi y otras festividades, según la investigación que la codirectora del congreso Greta Olson está llevando a cabo sobre los primeros años de san Juan de Ribera en Valencia y en la que ha analizado los pagos periódicos en concepto de sueldos de instrumentistas que figuran en los libros de cuentas del Patriarca referidos a ese periodo.

Pese a que como sacerdote y gran impulsor de la reforma de la Iglesia católica, no deseaba hacer uso de la música para su propia satisfacción personal ni que sus seminaristas se involucraran en el aprendizaje de la música instrumental, se rodeó de intérpretes y compositores muy cualificados para difundir el nuevo rito.

Así pues, el Patriarca, uno de los más destacados defensores del Concilio de Trento, realizó grandes esfuerzos en la introducción del misal revisado en 1577 y contribuyó a que tanto la procesión del Corpus como el canto gregoriano se convirtieran en Valencia en uno de los instrumentos de la Iglesia para difundir sus ideas.

La sesión de mañana viernes también acogerá ponencias o comunicaciones de Todd Borgerding (Colby College de Maine, EUA) sobre ritual, ceremonial y retórica en el género musical; Michael B. O’ Connor (Universidad Palm Beach Atlantic) sobre la mariología y el motete a principios del siglos XVII; Robert Kendrick (Universidad de Chicago) sobre la letanías no marianas en Europa entre 1600 y 1700; Cristina Urcheguía (Universidad de Berna) sobre la teatralidad de la Iglesia católica alemana del siglo XVIII, y de Mercedes Castillo (Universidad de Jaén) en torno a la Abadía del Sacromonte frente al Colegio de Corpus Christi.

Concierto gratuito de Victoria Musicae en Serenates
En el marco del congreso y del festival Serenates al Claustre, el grupo Victoria Musicae, que dirige Josep Ramon Gil-Tàrrega, ofrecerá, en un concierto gratuito, un programa que incluye piezas del oficio de completas compuestas por maestros de capilla o músicos que ejercieron como tales en el Patriarca en el siglo XVII, como Máximo Ríos, Antonio Ortells, Aniceto Baylón, José Hinojosa o Marcos Pérez, y las obras más emblemáticas del archivo del Patriarca, las Letanías al Santísimo Sacramento de Joan Bautista Comes.

Se trata de un “doble homenaje a esos compositores y a la propia institución como promotora de esa actividad musical ininterrumpida hasta nuestros días, aunque progresivamente menguada por las circunstancias de los tiempos”, según explica en el programa Francesc Villanueva.

Dado que la totalidad de las obras polifónicas son inéditas, el programa es el resultado de un trabajo previo de archivo y transcripción llevado a cabo por el ya mencionado Villanueva, Marian Rosa y Josep Antoni Alberola.

Las piezas elegidas para este concierto, tal como era habitual en la música litúrgica barroca hispánica, recurre al uso de diversos coros simultáneos con el añadido de una o más partes instrumentales de bajo de acompañamiento, policoralidad que aportaba a la música un elemento escénico consustancial al barroco y que ayudaba a compensar la prohibición de realizar representaciones en el templo derivada del concilio tridentino.

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