Blanca Beneito habla del amor con Dios de Santa Teresa

Blanca Beneito es la protagonista de Santa Teresa de Ávila. Obra que retrata la vida de la santa abulense y que abarca desde su adolescencia hasta su muerte; se representa en el teatro Talia hasta el próximo domingo 14 de septiembre. La actriz nos recibe en una habitación en el hotel Abba Acteon de Valencia.

Almudena Iglesias: Por tu juventud es inevitable la pregunta: ¿Es este tu primer rol principal?

Blanca Beneito: Sí, papel protagonista es el primero que hago. He estudiado arte dramático y he hecho algunos papeles con directores como Ángel Conejero, la Fundación Shakespeare o Chema Cardeñas, pero me apetecía hacer algo por mí misma, que llevara yo la carga del personaje protagonista. Así que llamé a Enrique Benlloch y le propuse que me dirigiera en algo. Y bueno, nos pusimos a mirar textos, este cayó en mis manos y dije: “esto es lo que quiero hacer”.

A: ¿Cómo te has sentido al interpretar a la considerada primera feminista de la historia?

B: Privilegiada. Me he sentido muy privilegiada por interpretar a Santa Teresa. Fue la primera feminista de la historia, fue también una gran escritora y persona, una gran pensadora. Sobre todo un privilegio.

A: ¿Te imaginabas interpretar a un personaje como Santa Teresa como tu primer papel principal?

B: La verdad es que no, el año pasado me lo cuentas y te hubiera dicho “¿qué?”.

A: ¿Qué has tenido que hacer de especial para meterte en el personaje?

B: Pues meterme mucho, de lleno, en el mundo de la religión. Estoy bautizada y relacionada con el mundo católico por decirlo de algún modo. Pero no he estado nunca relacionada con el mundo de los conventos, era todo nuevo para mí.

Cuando ya llevaba algún tiempo y había hecho algunas lecturas dramatizadas, ya necesitaba irme a Ávila y conocer realmente dónde vivió y ver realmente lo que pasaba. Eso fue lo que realmente me ayudó a preparar el personaje. Recorrí toda Ávila: la casa donde nació, el convento donde estuvo 30 años, el convento de San José, que es el primero que fundó en Ávila; eso es lo que me ha ayudado. Además de todos los textos y biografías que he podido.

A: ¿Es la primera vez que trabajas con Enrique Benlloch?

B: Sí, es la primera vez. Lo conocía previamente de otras obras y tal, pero nunca habíamos trabajado juntos como actriz-director.

A: ¿Y cómo surgió este papel? ¿Fuiste tú la que tomó la iniciativa?

B: Sí, había hecho algunos papeles y demás. Pero quería hacer algo, hacer teatro y tomé la decisión de hacer algo por mí misma. Cuando cayó el texto en mis manos, me enamoré inmediatamente. No era consciente de la carga que ello conllevaba representarlo. Pero quería hacer algo como esto dije: “Alguien debe subirse al escenario y dar a conocer a esta mujer”.

A: ¿Al final crees que habréis logrado transmitir la esencia de Santa Teresa? La obra dividida en 5 actos.

B: Yo creo que sí. Estoy muy satisfecha con el resultado y se utilizan los textos originales escritos por la Santa como “El libro de la vida”, “Camino de perfección”, etc. Los textos están ordenados cronológicamente pero se nota que no son trozos de un “pastís”, está todo muy bien enlazado. Ves a esa niña de 15 años cómo se hace mayor hasta ser una viejecita que muere. En 80 minutos se plasma toda su vida.

A: ¿Has trabajado también con las Carmelitas Descalzas de Puçol? ¿Cómo han participado en la obra?

B: No exactamente. Hay una monja que toca la cítara, la hermana Jorge Juan. Hay muy poca gente que toque ese instrumento. De hecho, es la única persona que conozco. Entonces fuimos hasta el convento para grabarla y fue impresionante. Es la primera vez que veía tocar en directo la cítara. La verdad es que toca de maravilla, fuimos allí con el estudio. Y es el coro “Veus en l’aire” los que participan activamente en la obra. Son cuatro cantantes que están colocados estratégicamente en distintos puntos del teatro, ya lo veréis.

A: ¿Y cómo es trabajar con ellos?¿Ha sido difícil, quizás no estén acostumbrados al teatro?

B: Difícil no ha sido. Son amigos míos, los conozco desde hace muchos años y están acostumbrados a cantar en eventos, conciertos y música sacra.

A: Por otro lado, has comentado en varias ocasiones que la obra está dirigida para todos los públicos ¿Pero a priori podemos pensar que es una obra religiosa para un público muy concreto?

B: Realmente, no es una obra para creyentes ni para no creyentes. No intentamos convencer a nadie de nada, ni intentamos desmitificar a la figura. Hacemos una visión muy ortodoxa de ella, de la mujer, de quién fue Santa Teresa. A los católicos les gustará porque para ellos es un mito, y a los que no son católicos verán quién es Santa Teresa. Que podría ser una monja o no, que podría ser atea o religiosa, pero lo que sí fue es una gran mujer y escritora. Eso es lo que importa de ella.

A: ¿Y el público valenciano cómo ha reaccionado?

B: La verdad es que muy bien. Se está recibiendo con muy buena acogida, y al público le está gustando. Además, el número de espectadores está mejorando cada día. El estreno fue espectacular y está gustando mucho. Ha venido gente que conozco que no es creyente y les ha encantado. Me decía una amiga: “Es que estás contando cosas que se pueden aplicar al día de hoy”. No es tan anticuada, ni que sea católica la figura principal. La obra cuenta problemas que pueden suceder hoy en día y son cosas que nunca pasan de moda, que están ahí.

A: ¿Y los poemas? ¿Cómo te sientes al recitar un texto que al fin y al cabo han sido escrito en el siglo XVI?

B: Es como ya decía un privilegio. “El vivo sin vivir en mí” estoy por decir que es mi parte favorita de la obra. Cuando llega, es cuando descargo todo ese amor. La historia de Santa Teresa realmente es una historia de amor, mirando la esencia de la obra escrita hemos visto que es una historia de amor, de amor con Dios, que es igualmente válido que cualquier otro. Ella rompió fronteras y cruzó fronteras como cualquier otra persona haría. La diferencia es que 500 años después, esa huella sigue estando presente. Entonces pronunciar esas palabras de amor hacia Dios que yo creo que nadie en la historia de la literatura ha descrito mejor que Santa Teresa esa pasión pura.

A: ¿Qué rasgos tuyos tiene el personaje? Siempre hay que transmitir la esencia del personaje. Pero siempre parece que hay un “algo” de cada actor ¿cuál sería el tuyo?

B: Claro, todo actor le pone su parte personal al personaje que interpreta. Claro, yo no soy Santa Teresa. Santa Teresa no sería como yo me subo al escenario, pero intento ser lo más fiel a lo que sería ella. Pero por supuesto hay muchas cosas, como la niña revoltosa que aparece al principio de la obra. La mujer con ese carácter que evoluciona cuando está en el convento. He intentado construirlo con lo que yo conozco de mí y lo que he leído de ella.

A: Sabemos que tienes estudios de audiovisuales ¿Has participado en la creación del guion o en parte de la producción?

B: El guion ya estaba escrito. Se escribió en 1982 con motivo del cuarto centenario de la muerte de Santa Teresa. Se estrenó en Ávila y bueno, se quedó un poco ahí. José María Méndez le legó los derechos al director de la obra, Enrique Belloch. Entonces como los tenemos dijimos “a por él”.

A: La obra está hasta el 14 de septiembre en Valencia ¿Hay prevista ya alguna gira?

B: Vamos a Ávila el 17 y 18 de septiembre. Y el V centenario arranca el próximo 15 de octubre porque es el día de Santa Teresa.

A: ¿Tenéis algo ya programado?

B: Esperamos que en 2015 haya cosas. Todavía no está nada cerrado. Estamos haciendo llamadas, pero bueno no hay nada asegurado.

A: ¿Puede afectar que los teatros sean más precavidos y quieran ver cómo funciona primero aquí?

B: Claro, con la crisis los teatros son mucho más precavidos. No pueden apostar tanto, no saben a ciencia cierta si el público irá. A la gente aficionada al teatro les gusta todo, pero en los últimos años la gente es más selectiva porque hay veces que no pueden ir a todo aunque les gustaría. En consecuencia, los teatros deben programar muy bien sus obras, para asegurarse ese público.

A: Y para hablar un poco más de ti, ¿qué otros proyectos tienes?

B: De momento espero estar con Santa Teresa todo el 2015 y proyectos, tengo muchas ideas, pero no tengo nada seguro y no puedo decir nada.

A: ¿Y el vestuario cómo lo has llevado?¿Demasiado tapada con los focos?

B: Voy con el hábito original de monja. Al principio difícil, es un hábito original del siglo XVI que lo conseguí de un convento de las Carmelitas Descalzas de Caudiel. Imagínate cuando me dieron la caja, aquello pesaba mucho. No soy capaz de decir cuánto pero te aseguro que mucho. Todo estaba impoluto, muy bien plegado. Te daba mucho respeto y como diciendo, madre mía esto qué va a ser todo con bolitas de naftalina.

El primer día de ensayo que me lo puse porque claro dije “voy a probármelo, a ver cómo va esto”. Los primeros días no podía mirarme al espejo porque vestida de monja decía: “madre mía” (risas). No me reconocía, pero al final bien. Es el salto que necesitas para dar un salto temporal. Hay mucha gente que me dice que se nota ese cambio, como una evolución personal, porque claro, al principio estoy vestida de noble y luego en un momento me visto ya de monja. Ya has pasado a otro plano, ahora eres Teresa. El punto de “ya estoy”.

A: Supongo que el hecho de dividir la historia en 5 actos también te ayuda a este recorrido personal.

B: Claro, cada acto representa un momento de su vida y vas evolucionando.

A: ¿Y cómo llevas hacer una o dos funciones diarias?

B: Pues el sábado son dos funciones, seguidas, entre las que tengo una hora para volverme a maquillar, comer nada y volver. Yo pensé que terminaría agotada y sin embargo, tenía más energía. Hubiera hecho una tercera si hubiese hecho falta. Toda esa energía yo creo que es Teresa que está ahí.

A: ¿Y para poder transmitir lo que quiere tu personaje debe ser vocacional verdad?

B: Claro, es como el profesor o el médico. Es vocacional porque entran en juego tus sentimientos. El médico utiliza el bisturí, el profesor sus libros y los actores deben poner los sentimientos al servicio del personaje. Por eso debe ser vocacional, para poderte abrir en canal y ponerte al servicio de ese personaje, estar dispuesta a decir: “ahora no soy Blanca, ahora soy Teresa”.

A: Siempre es muy interesante saber este tipo de cosas ya que a priori no te preguntan “y por qué haces una obra religiosa”? (sin saber que va más allá)

B: ¿Ahora por qué te vistes de monja? Esa es la pregunta. Pero no, la cuestión es ponerte al servicio del personaje. Da igual que fuera monja, médico o lo que fuera, la cuestión es que ha sido una gran mujer que 500 años después se sigue hablando de ella. La nombraron Santa, es doctora de la Iglesia. Algo tenía que hacer para que 500 años después sea quien es.

A: Iremos a verla. Esperamos que te vaya muy bien y que puedas tener una gira por toda España.

B: Muchas gracias. Eso esperamos.