LA UNIÓ muestra su malestar porque la posible prórroga del pago de la PAC sirva para retrasar aún más los pagos a los agricultores y ganaderos
LA UNIÓ de Llauradors cree que la posible ampliación de los plazos para pagar las ayudas de la PAC puede ser un precedente peligroso y servir para retrasar todavía más los pagos a los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana.
El comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, ha confirmado hoy su intención de prorrogar de forma excepcional la fecha en la cual los Estados miembros podrán efectuar los pagos directos de la PAC sin reducciones en la tasa de reembolso por parte de la UE a los Estados miembros de que se trate. Esta medida extiende el plazo de los pagos directos del 30 de junio al 15 de octubre. Las reducciones aplicables, en condiciones normales, serían del 10% sobre los pagos realizados en julio, el 25% de los pagos realizados en agosto y el 45% a los pagos efectuados en septiembre.
LA UNIÓ espera de las Administraciones la máxima responsabilidad y que, en cualquier caso, la práctica totalidad de los pagos se realice antes de finalizar este mes de junio y que se lleve a cabo lo antes posible para no agotar el período de aplazamiento. La organización consideraría injustificable que, en atención a la prórroga anunciada, las Administraciones pagadoras relajasen su labor y los agricultores y ganaderos tuvieran que esperar todavía más para percibir los pagos aún pendientes.
“Es un mal precedente y una muestra más de lo mal que se está gestionando la PAC: con retrasos en el inicio de la captura de expedientes, publicación tardía de normas sobre ayudas incluidas, problemas constantes con la aplicación informática y, en definitiva, inconveniencias que han afectado estas dos campañas a la tramitación de las solicitudes y también a los pagos”, señala el secretario general de LA UNIÓ, Ramón Mampel.
En relación a este asunto, LA UNIÓ señala que es una incongruencia que en el último trimestre de 2015 se autorizase por parte de Bruselas el abono de un anticipo de las ayudas en atención a los agricultores y ganaderos que estaban soportando crisis severas y que ahora, mientras dichas crisis se mantienen, e incluso se han agravado en algún caso, se permita a los Estados miembros pagar más tarde.
“A pesar de que la Comisión Europea ha advertido que se trata de una medida de carácter excepcional y que, en ningún caso, se ha de tomar como excusa para retrasos, no tenemos tan claro que esto no siente un precedente y haga que la Administración se duerma en los laureles también el próximo año a la hora de pagar”, añade Mampel.
