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LA UNIÓ condena la acción de los viticultores franceses de ayer y pide al Gobierno una respuesta adecuada

    LA UNIÓ de Llauradors manifiesta su repulsa e indignación ante los hechos ocurridos en el día de ayer, en el que un grupo de más de un centenar de viticultores franceses vaciaron los camiones cisterna cargados de vino procedente de España. Estos ataques no es la primera vez que se dan contra productos españoles sin que, hasta ahora, se hayan adoptado medidas para evitar que se repitan. La organización reclama una reacción contundente del Ministerio de Agricultura español y la intervención de las autoridades comunitarias para que obliguen al Gobierno francés a perseguir y erradicar este tipo de comportamientos.

    En señal de protesta por los bajos precios de vinos importados de España, más de un centenar de viticultores franceses se agolparon ayer a diez kilómetros de la frontera con los Pirineos Orientales bloqueando el tráfico y vaciando, total o parcialmente, el contenido de cinco camiones cisterna procedentes de España.

    LA UNIÓ condena la gravedad de este hecho, que añade un nuevo ataque a la ya larga lista contra la comercialización de productos alimentarios españoles en el país vecino, e insta al Ministerio de Agricultura a encontrar una fórmula para que estas acciones de vandalismo no se vuelvan a repetir: “Nosotros podríamos hacer lo mismo con su leche, que entra en nuestro país a un precio sospechosamente bajo y poco acorde con la situación real del mercado francés” -afirman desde LA UNIÓ- “Pero creemos que esa no es la solución; y las administraciones públicas deberían poner cartas en el asunto y resolver la complicada situación del sector, tanto en un país como en el otro”.- añaden.

    La organización, ante los hechos acaecidos en la frontera, reclama mayores medidas de seguridad y control así como una respuesta por parte de los gobiernos tanto francés, como español; así como la intervención de las autoridades comunitarias que deben obligar a los Estados Miembros, no ya a ser las garantes del comercio intracomunitario, sino a impulsar el respeto a las elementales normas de convivencia. “Estamos cansados de que Francia sea la niña bonita de la Unión Europea y que se transija con la reiteración de estos ataques”, manifiesta LA UNIÓ.

    Por último, la organización considera que actos injustificables como éste se evitarían con un funcionamiento equilibrado de la cadena alimentaria y con medidas efectivas contra las prácticas comerciales desleales de la industria y la distribución, que son las que manipulan los mercados internos y de exportación y acaban llevando a los agricultores y ganaderos a situaciones angustiosas.

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