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Ilex, un trocito en la historia del real Club Náutico Torrevieja

Ilex, un trocito en la historia del real Club Náutico Torrevieja
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    El Real Club Náutico Torrevieja tiene la licencia y los derechos de poder presumir de contar, o haber contado, en sus pantalanes con un elenco de barcos de época que han formado parte de la historia, no sólo en el club, sino también de la vela española.

    El club torrevejense, inmerso en sus celebraciones de sus Bodas de Oro, tuvo el honor de poder compartir una jornada con uno de esos históricos barcos y que ya no se fabrican: Ilex. Un barco que participó el pasado sábado en una de las regatas emblemáticas del club, como es la Estrella Levante. La participación del Ilex fue simbólico, pero especial, a poder ver en todo su esplendor que todavía es capaz de seguir haciendo historia.

    Ilex fue construido en los Astilleros de Camper & Nicholson en Gosport (Inglaterra) y botado en 1899, ha cosechado innumerables trofeos y copas en las más prestigiosas regatas de todo el circuito europeo, además de otras regatas a nivel internacional. Triunfos que se unen a los conquistados en sus asiduas participaciones la regata de clásicos 'Almirante Conde de Barcelona' proclamándose ganador Absoluto en la decimoséptima edición, con Germán Ruíz. Además, y con anterioridad a ese importante triunfo, el Ilex destaca en su palmarés la victoria conseguida en la Fasnet Race en 1926, año en el que fue adquirido por la Royal Engineers Yacht Club de la armada británica, pabellón bajo el que navegó durante 25 años y con el que cosechó resonantes triunfos.

    Tres años más tarde, 1929, Ilex ganó la regata Plymouth-Santander, recibiendo el trofeo de manos de la Reina Vitoria Eugenia. En 1971, tras diez años navegando bajo pabellón americano, es adquirido por John Peter Moore, secretario personal de Salvador Dalí, que lo transforma en ketch y lo abandera con pabellón español. 20 años más tarde, su actual propietario, Germán Ruiz lo descubre semi-abandonado en Ampuriabrava y negocia su compra con Moore. En mayo de ese año lo traslada a Torrevieja y tras un extenso trabajo de recopilación de documentación, encomienda a los conocidos carpinteros de ribera “Alifonsos” su restauración cuaderna a cuaderna, y hoy ya navega desplegando todo su trapo.

    Pero no ha sido el único barco que ha puesto luz, historia y plasticidad en los 50 años que ahora cumple el Real Club Náutico Torrevieja. La leyenda de los clásicos, la gran mayoría de socios del club torrevejense, arranca en 1925 con Isoba, de Tomás Lanzarote, presidente y fundador del club, siendo el primer barco en ganar una regata crucero en club.

    El Isoba, una parte viva de la historia del club, construido en forro de caoba africana con una arquitectura clásica a tapa con remache en bronce sobre cuaderna de cedro, nació en 1929 de la mano de José Manuel Alonso Allende, primer campeón del mundo de vela español y primer presidente de la Federacion de Vela, además de ser el fundador de Astilleros UDONDO de Bilbao.

    El barco fue diseñado por Johan Anker y construido en los astilleros Johan Anker & Jensen de Noruega en 1929. Isoba tenía una eslora total de 11 metros, contando con una manga de 2 metros y un calado de 1,60 metros.

    Tras él, Yali, velero de dos palos, embarcación de casco de madera, con 24 metros de eslora, año 1912. Belle Adventure embarcación de dos palos de madera, con 28 metros de eslora, construido en 1920. Cisne Negro de 1929, propiedad de Narciso Yepes, un velero clásico de Vela Latina de una sola vela. My Nitchevo, barco de madera de dos palos de 23 metros de eslora, propiedad del actor Sir Peter Ustinov. Black Swan, embarcación de dos palos de madera, con 24 metros de eslora y construida en 1935 o el Nostramo, pailebote de madera, con solo dos palos, de 32 metros de eslora, propiedad del que fue alcalde de Madrid, Juan de Arespacochaga.

     

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