Torrevieja forma a sus profesionales en la gestión de sus emociones para mejorar la atención a la población

El Departamento de Salud de Torrevieja ha acogido un taller formativo sobre inteligencia emocional y proactividad en el que han participado más de una veintena de profesionales asistenciales con el objetivo de instaurar y fortalecer las destrezas y habilidades esenciales en cada uno de los asistentes en los dos aspectos tratados con el objeto de mejorar el desempeño específico.

Este tipo de actividades permite mejorar la preparación emocional de los profesionales sanitarios en la gestión de sus emociones y, por ende, ello redunda en una mejor atención y control de los procesos informativos con los pacientes que día a día acuden al centro. Así, gestionar las emociones en pro de alcanzar los objetivos de cada profesional permite a estos profesionales sanitarios ser capaces de gestionar sus emociones de manera inteligente, con el fin de que puedan transmitir una mayor confianza y seguridad, no sólo hacia los demás, sino también hacia sí mismos.

El hábito de la proactividad ofrece a los profesionales sanitarios la libertad de escoger su propia respuesta actitudinal ante ciertos estímulos, bien sean positivos o negativos, facultando a médicos y enfermeras a saber responder de acuerdo con sus propios principios y valores. Así, el objetivo directo de esta acción formativa está encaminado a afianzar y trabajar el concepto de responsabilidad personal. Como segundo punto, y en relación al tema de la inteligencia emocional, las emociones no son sólo los hontanares del saber intuitivo, sino que también suministran en cada instante información valiosa y muy aprovechable.

Esta actividad formativa, acreditada por el Consell Català de Formaciò Continuada de los Professions Sanitàries y la Comisión de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud, ha abordado cuestiones como el desarrollo de la proactividad, el enfoque proactivo y la puesta en marcha de iniciativas, la gestión de las emociones, el concepto de asertividad, así como puesto en marcha y ejecutado acciones de inteligencia emocional a través de estratégicas creativas de pensamiento.

Begoña Kaifer, Jefa de Selección y Formación del Departamento, ha explicado con entusiasmo la puesta en marcha de esta actividad y su beneficio para los empleados; “potenciar la inteligencia emocional, o desarrollar el papel que juega la proactividad en entornos de alto rendimiento como el asistencial, nos permite reforzar el protagonismo de la gestión de las personas y la importancia de la gestión de las emociones llevadas a cabo por el propio profesional”.

Por su parte, Margarita Cerezo, Supervisora de Formación de Enfermería, está convencida de la utilidad práctica del taller para los discentes; “Identificar y percibir las emociones, así como integrarlas en el proceso de pensamiento de uno mismo, puede ayudar a nuestros profesionales a realizar escuchas empáticas y esforzarse por entender lo que un paciente puede querer decir, esto es sin duda un valor añadido en la calidad del trato ofrecido hacia nuestros usuarios”.