La Universidad de Alicante elabora un estudio del estado de conservación de las praderas de Posidonia Oceánica

La Universidad de Alicante ha elaborado un estudio del estado de conservación de las praderas de Posidonia oceánica de los fondos marinos del municipio. El estudio encargado por el Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Teulada a la Universidad de Alicante ha estado dirigido por el Doctor en Ciencias Biológicas D. José Luis Sánchez Lizaso perteneciente al departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada y ha tenido como objetivo evaluar el estado de preservación actual de las praderas de Posidonia oceánica de Teulada-Moraira, teniendo en cuenta otros trabajos realizados con anterioridad y estableciendo un enfoque hacia los problemas de conservación que pueden presentarse en el futuro.

Para ello se ha estudiado la evolución del límite inferior de la pradera, profundidades mayores de 20 metros, realizándose muestreos observar la evolución de la pradera profunda, que es la que ofrece mayor sensibilidad a cambios en la calidad del agua. También se ha estudiado la evolución de la pradera a profundidad media, menos de 15m, realizándose muestreos en una localidad ya preestablecida en la Directiva Marco del Agua.

Por último, también se ha evaluado el impacto del fondeo de embarcaciones sobre las praderas de Posidonia, estudiándose el estado de la pradera superficial en zonas de alta densidad de fondeo para compararlo con zonas control de baja densidad de fondeo. En ese sentido, y dado que se poseían datos de un estudio anterior realizado en el año 2010, se han podido establecer comparaciones de los mismos para estimar la evolución de la pradera en los últimos 5 años.

Las conclusiones del estudio han manifestado que las praderas de Posidonia oceánica en Teulada-Moraira presentan un excelente estado de conservación a profundidades intermedias, lo que ya había sido puesto de manifiesto en el estudio anterior, (año 2010). Sin embargo se observan algunos fenómenos de alteración tanto en el límite inferior como el superior. Esta alteración de la pradera se mantiene en ambas campañas de muestreo, realizadas en un periodo de 5 años, lo que podría asociarse a una mayor presión de fondeo en dicha zona; lo que provoca la erosión de la pradera, la pérdida de densidad y cobertura y el aumento de la mata muerta. Sin embargo merece destacarse que el impacto en la localidad del Portet ha disminuido respecto al 2010 lo que parece indicar que se ha alcanzado un equilibrio entre la erosión y la capacidad de regeneración de la pradera de esta zona.

En el caso del límite inferior se observa una alteración en algunas estaciones pero que, actualmente, también parece estabilizada. En principio la regresión del límite inferior debería estar relacionada con una menor transparencia de las aguas, puesto que para estas praderas la luz es el factor limitante. Los factores que pueden provocar una mayor turbidez son el vertido de aguas residuales tratadas, la pesca de arrastre, el vertido de ramblas o las obras costeras. En la zona no parece que la regresión observada se deba, al menos directamente, a una causa concreta.

Desde el punto de vista de la gestión sería importante mantener el seguimiento de las praderas superficiales y profundas para ver si las praderas se estabilizan o se mantiene la regresión en el tiempo. Por otra parte, se puede actuar para reducir el impacto de los anclajes sobre la pradera superficial instalando puntos de fondeo ecológicos (de bajo impacto y a instalar principalmente en claros de arena para no dañar las praderas) en las zonas más frecuentadas por las embarcaciones.

Por último, cabe recordar que el Ayuntamiento de Teulada realiza campañas informativas de manera periódica para informar a la población sobre la importancia ecológica que presentan las praderas de Posidonia y que, a su vez, en temporada baja (desde 15 noviembre hasta el 15 de marzo) no se retiran los restos de Posidonia del litoral de las playas del Portet, l'Ampolla y les Platgetes ya que las acumulaciones de hojas muertas en la orilla de las playas protegen la arena del impacto directo de las olas y evitan con ello la pérdida de arena.