5 síntomas que indican que puedes tener artrosis en el empeine
Desde el Colegio Oficial de Podólogos se ha destacado que el tipo de molestia que aparece es tan peculiar, que se suele diagnosticar cuando está avanzado porque el paciente tarda en acudir a consulta
Una de sus características es la aparición de un dolor de forma repentina que desaparece de la misma forma, sin estar relacionado con alguna causa en concreto
El Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha explicado que la artrosis en el empeine es una afección común en los pies, aunque hay veces que cuesta de diagnosticar porque, por la particularidad de la molestia, se tarda en acudir al podólogo para consultarlo.
La artrosis es un tipo de enfermedad degenerativa que lesiona el cartílago articular y provoca dolor y rigidez en la zona afectada.
“Es común encontrarnos en consulta con pacientes que tienen una molestia ‘rara’ en el empeine desde hace bastante tiempo, que no entienden muy bien de dónde surge porque no pueden relacionarla con ninguna actividad en particular ni cambio de calzado, por ejemplo. Además, el dolor aparece y desaparece indistintamente de la época del año. Esto ya son pistas que nos hace sospechar de que la patología asociada sea artrosis en el dorso del pie”, ha afirmado el podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV, Jorge Escoto.
Según han explicado los podólogos éstos son cinco síntomas que pueden indicar que tenemos artrosis en el dorso del pie:
- Aparece un dolor en la cara interna y dorsal del pie.
- Esta molestia puede ir acompañada de un abultamiento en la zona afectada.
- El dolor es intermitente. De esta forma, se pueden alternar etapas con ausencia total del mismo y otras con aparición de dolor, calor, rubor e impotencia funcional.
- Hay mayor rigidez en la zona.
- Disminuye la fuerza del pie a la hora de realizar el movimiento articular.
Desde el ICOPCV se ha señalado que esta patología es más común en personas en las que el primer metatarsiano (primer dedo del pie) es más corto que el segundo, también influyen otras alteraciones biomecánicas que provoquen una mayor movilidad y hay que prestar especial atención a deportistas por la hiperactividad en la zona.
“Según el grado de gravedad de la artrosis, la solución puede ir desde utilizar soportes plantares realizados a medida por el podólogo a tener que optar por la cirugía”, ha asegurado Jorge Escoto.
Desde el ICOPCV se ha recordado que siempre que se acuda a un podólogo es imprescindible comprobar que la clínica cuenta con el oportuno registro sanitario y el podólogo con su número de colegiación, para evitar caer en manos de personal no cualificado que esté incurriendo en un delito de fraude por intrusismo profesional en la Podología.
