Los profesionales de Sant Joan se forman para mejorar el abordaje del paciente con osteoporosis
La clave, según los expertos, está en centrar los esfuerzos terapéuticos en la población de mayor riesgo y evitar la medicalización en otros casos
El Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant ha acogido unas jornadas de formación dirigidas a médicos y enfermeras de Atención Primaria, cuyo objetivo principal es mejorar el abordaje conjunto del paciente con osteoporosis o con factores de riesgo.
Se trata de un curso que forma parte del Programa ESOSVAL, una acción estratégica de la conselleria de Sanitat, que se enmarca en el II Plan de Prevención y Control de la Osteoporosis en la Comunitat. Cuenta asimismo con la colaboración del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP), la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO) y la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud (EVES).
Una de las vías de las que se sirve el Programa ESOSVAL es la formación, proporcionando conocimientos y habilidades a los profesionales, “que resultan muy útiles en la práctica clínica para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de esta patología”, reconoce José Sanfélix, coordinador de este programa estratégico de la conselleria. Además, los profesionales que han participado en estas jornadas, médicos y enfermeras de los Departamentos de Salud de Sant Joan, Alicante – Hospital General y Marina Baixa, van a formar a su vez al resto de sanitarios de sus respectivos centros.
El programa también impulsa proyectos de investigación en el contexto de la práctica clínica. De hecho, “es importante destacar que los contenidos que transmitimos a los profesionales se basan en los resultados y las áreas de mejora identificadas en los estudios de investigación realizados en el contexto del programa”, apunta Sanfélix.
25.000 fracturas osteoporóticas al año
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas. Es un problema de salud que genera morbilidad y mortalidad, y que tiene repercusiones sanitarias, sociales y económicas de gran calado. En España se producen aproximadamente unas 25.000 fracturas cada año a causa de la osteoporosis y las mujeres tienen un 40% de riesgo de sufrir una fractura osteoporótica a lo largo de su vida.
Para Sanfélix, “la meta del programa es dirigir los esfuerzos terapéuticos a la población de mayor riesgo y evitar la medicalización de la población con bajo riesgo. Para ello, debemos centrarnos, en primer lugar, en la detección del paciente de riesgo y en la adopción de medidas no farmacológicas, como son las actividades preventivas y de promoción de la salud”. Por ejemplo, la promoción de estilos de vida saludable en las diferentes etapas de la vida (la nutrición, centrándose en el papel del calcio y la vitamina D, las normas posturales y la realización de ejercicio) y la prevención de caídas en pacientes diagnosticados de osteoporosis o con factores de riesgo de fractura osteoporótica. El siguiente paso sería recurrir a las medidas farmacológicas.
También cabe destacar que la utilización adecuada de los sistemas de información disponibles, como es el caso de la “hoja de riesgo”, que está incluida en la historia clínica electrónica, “mejora el abordaje de esta patología”. Esta herramienta permite determinar el riesgo del paciente y tomar decisiones en la solicitud de pruebas complementarias o medidas terapéuticas (farmacológicas o no farmacológicas).
