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La consulta de alergias cutáneas de Sant Joan atiende a 70 pacientes desde su puesta en marcha

La consulta de alergias cutáneas de Sant Joan atiende a 70 pacientes desde su puesta en marcha
  • Se trata de la segunda unidad de estas características, tras la del General de Alicante, creada en la provincia

La consulta de alergias cutáneas, integrada en el Servicio de Dermatología del Hospital Sant Joan d’Alacant, ha realizado pruebas para estudiar la dermatitis de contacto (reacción en la piel causada por el contacto con una sustancia exterior), a 70 pacientes desde su creación, hace siete meses.

Dichas pruebas epicutáneas (realizadas sobre la piel) han resultado positivas en el 57,6% de los pacientes testados, detectándose una media de 1,2 reacciones positivas por paciente. Del total de pruebas positivas encontradas, 37 han sido consideradas como relevantes, lo que significa que el alérgeno o sustancia capaz de provocar una reacción de hipersensibilidad, está en relación directa con la clínica del paciente.

“Con esta consulta, la segunda que se ha establecido en la provincia de Alicante, pretendemos dar una rápida respuesta a los pacientes de nuestra área, ante la demanda creciente de este tipo de afecciones que se producen por contacto, tanto en nuestra vida privada como en el ámbito industrial”, ha señalado el jefe del Servicio de Dermatología, Manuel Moragón.

Por lo que respecta a la realización de las pruebas, esta consulta ha supuesto un paso más allá de la denominada batería “estándar”, que contiene los alérgenos de mayor índice de sensibilización, con la incorporación de baterías específicas. “El empleo correcto de las baterías estándar permite detectar hasta el 60% de alérgenos por contacto en la clínica dermatológica. Ahora, además de esta batería estándar, contamos con cuatro baterías específicas: perfumes, cosméticos, úlceras y textiles”, ha indicado la responsable de esta consulta, María Pérez Crespo.

Realización de las pruebas
Las pruebas epicutáneas consisten en la colocación de unos parches que contienen las sustancias sospechosas sobre la piel del paciente, generalmente en la espalda. Esta exposición se realiza en condiciones especiales, limitada local y temporalmente, manteniendo el contacto habitualmente durante 48 horas. “Dado que estos alérgenos tienen que estar adheridos a la espalda durante al menos este tiempo”, ha apuntado la dermatóloga, “las pruebas no se pueden realizar cuando la temperatura ambiental asciende por encima de los 25 grados, ya que el número de falsos negativos asciende. Por este motivo, en nuestra zona no se deben realizar entre los meses de junio y octubre”.

La lectura de las pruebas se efectúa entre las 48 y 96 horas posteriores. “Si, transcurrido este tiempo, logramos identificar el alérgeno responsable de la clínica del paciente, la calidad de vida del mismo mejora rápidamente y se evitan los brotes repetidos de eczema, con el ahorro consiguiente en gasto farmacéutico que ello supone”, ha concluido la especialista.

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