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Sant Joan resuelve las dudas de los profesionales en torno al virus Zika

Sant Joan resuelve las dudas de los profesionales en torno al virus Zika
  • La Unidad de Enfermedades Infecciosas organiza una sesión para intensificar la formación de los sanitarios en los aspectos más relevantes de esta epidemia

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Sant Joan resuelve las dudas de los profesionales en torno al virus Zika - (foto 2)

El Hospital Universitario Sant Joan d'Alacant, en aras de proporcionar a sus profesionales sanitarios la información más precisa sobre el virus Zika, ha organizado una sesión multidisciplinar en la que se han apuntado las claves que hasta la fecha se conocen sobre esta epidemia.

La Unidad de Enfermedades Infecciosas (UEI) ha coordinado esta reunión, que se justifica ante “la alarma sanitaria que ha creado la rápida propagación del virus Zika, especialmente en Latinoamérica, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud declaró, el pasado dos de febrero, esta epidemia como una emergencia sanitaria de importancia internacional”, explica el doctor Cuadrado, responsable de la UEI y moderador de la jornada.

El hecho que ha llevado a la OMS a declarar esta emergencia es la sospecha que existe actualmente de una asociación entre este virus y un incremento de las tasas de microcefalia en recién nacidos. “Actualmente se están realizando estudios para determinar si las complicaciones neurológicas que se han descrito son causadas por el virus Zika, aunque los datos más recientes parecen confirmar este hecho”, sostienen los profesionales.

A este respecto, el pediatra César Gavilán ha resaltado que la microcefalia es una condición que no implica en sí misma que exista una enfermedad, actuando como signo de alerta en determinadas circunstancias. “Una de las primeras exploraciones que realizamos los pediatras en las primeras 24h. de vida de los recién nacidos consiste en medir el perímetro cefálico. Por debajo del percentil 3, consideramos que se trata de una microcefalia, lo que va a requerir un estudio completo y un seguimiento para determinar si ésta es patológica o no”. Asimismo, ha recordado que las causas de la microcefalia pueden ser múltiples, genéticas, malnutrición materna, infecciones de la madre como varicela o rubeola, etc. Dada la situación actual, “los pediatras tenemos que incluir en nuestro día a día la sospecha de Zika atendiendo a dos situaciones principales: cuando el niño presente microcefalia y la madre haya estado recientemente en una zona de riesgo y cuando el niño tenga una apariencia sana, pero su madre haya estado diagnosticada de la infección por virus Zika durante el embarazo”.

El Zika es un flavivirus transmitido por mosquitos del género Aedes (aegypti y albopictus), ampliamente distribuidos en el mundo. Los primeros brotes tuvieron lugar principalmente en África, Asia y varias islas del Pacífico y no es hasta mayo de 2015 cuando la OMS informó de la primera transmisión local de este virus en el hemisferio occidental, concretamente en Brasil.
“A partir de esta fecha, se han ido ampliando los territorios que han informado de casos autóctonos de infección por este virus (a fecha del 16 de febrero ya eran 36 los países). Y es que los casos importados pueden dar lugar a la diseminación local del virus en aquellas áreas donde circule el vector responsable de la transmisión, el mosquito Aedes”, explica la doctora Mª Teresa Gea, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Calidad Asistencial.

Asintomático en el 75-80% de los casos

Los expertos han destacado que la enfermedad causada por el virus Zika cursa de forma asintomática en un 75-80% de los infectados, al igual que ocurre con otras enfermedades producidas por flavivirus (como el virus dengue). En caso de producirse síntomas suelen ser de intensidad leve y corta duración (entre dos y siete días). “El síntoma más frecuente es la fiebre”, sostiene el doctor Francisco Jover, adjunto de la UEI, “habitualmente por debajo de los 38.5ºC, y puede acompañarse de dolores musculares y articulares con inflamación leve de articulaciones, sobre todo de las manos y los pies. Puede aparecer una erupción maculopapular que suele comenzar en la cara y luego extenderse al resto del cuerpo. Otros síntomas frecuentes son la conjuntivitis (sin presencia de pus), vómitos, dolor abdominal, diarrea, cansancio y dolor de cabeza, a veces por detrás de los ojos”.

La infección debe considerarse en pacientes que presenten estos síntomas y hayan viajado a las zonas de riesgo en las dos semanas previas a la aparición de la enfermedad. “Es muy importante hacer un diagnóstico preciso y seguro, dadas las implicaciones epidemiológicas que conlleva, diferenciando este virus de otros muy parecidos y que existen en las mismas áreas geográficas”, explica la jefa del Servicio de Microbiología, la doctora Victoria Ortiz de la Tabla. Para hacer un diagnóstico correcto “hay que recurrir a técnicas de biología molecular, que detectan el genoma del virus en las muestras clínicas, ya que la respuesta serológica, o sea los anticuerpos que se producen, puede dar reacciones cruzadas con otros virus de la misma familia como el del dengue o la fiebre amarilla”, argumenta.
Cabe destacar que no existe tratamiento específico para la infección por el virus Zika. “Éste es sintomático (reposo relativo, hidratación y paracetamol)”, explica el doctor Jover, quien añade que “es conveniente evitar la aspirina y otros antiinflamatorios como el ibuprofeno hasta haber descartado la posibilidad de que se trate de dengue, para evitar un eventual riesgo de hemorragia”.

Importancia de la prevención

Con respecto a la prevención, no existe ni vacuna ni profilaxis. “La mejor manera de prevenir la infección por el virus Zika en las zonas donde existe transmisión es evitar las picaduras de mosquitos, usando el aire acondicionado o mosquiteros en ventanas y puertas; utilizando camisas de manga larga y pantalones, y protegiéndose de la picadura de los mosquitos con el uso de repelentes de insectos. La mayoría de los repelentes DEET, entre ellos, se pueden utilizar en niños mayores de dos meses y en embarazadas”, indica la doctora Gea.

En cuanto a las mujeres que estén embarazadas o que estén tratando de quedar embarazadas, “las recomendaciones son posponer el viaje a estas zonas, y en caso de no ser posible, se aconseja seguir la medidas adecuadas para evitar la picadura de mosquitos, y comunicar a la vuelta del viaje a su médico la estancia en estos países para que se pueda hacer una adecuada evaluación y seguimiento del embarazo según proceda”, ha subrayado el jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología, Francisco Quereda.

Para evitar nuevos casos, se recomienda a los viajeros que se dirijan a las zonas con transmisión actual del virus, que acudan a los Centros de Vacunación Internacional para recibir información sobre algunos de los aspectos ya comentados, como los síntomas característicos de la enfermedad, su forma de transmisión, período de incubación, diagnóstico y, sobre todo, las medidas de prevención.

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