Sant Joan obtiene el premio a la mejor comunicación en el Congreso Nacional de Cirugía Oral y Maxilofacial

El Servicio de Maxilofacial del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant ha sido galardonado con el premio a la mejor comunicación oral en el área de Traumatología por el trabajo “Tratamiento de la fractura de cóndilo mandibular asistido por vía endoscópica”, en el 21 Congreso Nacional de Cirugía Oral y Maxilofacial celebrado en Valladolid.

Este reconocimiento se suma al obtenido por el mismo servicio en la edición anterior del congreso, celebrada en el año 2009, ya que es de carácter bianual. Ambos premios representan el avance más importante que se ha producido a nivel nacional en el ámbito de la traumatología maxilofacial. De hecho, el Servicio de Maxilofacial fue de los primeros centros en implantar a nivel nacional esta técnica para la fractura de cóndilo mandibular y el que cuenta con una mayor experiencia y casuística, con aproximadamente 60 casos hasta la fecha.

Así, los autores, Carlos Goizueta, Daniel Pastor, Elena Agüero, Cristina Sebastián y Andrés Martínez han presentado una investigación sobre este tratamiento de la fractura de cóndilo mandibular por vía endoscópica, mostrando las complicaciones, resultados y perfeccionamiento de una técnica que llevan desarrollando durante cuatro años y medio en el Hospital Sant Joan. Fue el Dr. Goizueta quien la introdujo en el centro y, posteriormente, un grupo de cirujanos del servicio han creado una labor de investigación que ha desencadenado en una mejoría constante de estos pacientes que, por las características sociosanitarias de nuestro entorno (lugar turístico con práctica habitual de deportes al aire libre, zona costera con aumento de la población, etc.), son un número considerable”, apunta el jefe del Servicio, Andrés Martínez.

Rápida recuperación de los pacientes
Por lo que respecta a las causas, el agente etiológico más común de fractura del cóndilo es un traumatismo. La intervención por vía endoscópica se realiza a través de una óptica (tubo con luz) y permite reducir y fijar con una miniplaca y unos tornillos las fracturas de mandíbula; todo ello posicionando la óptica en el interior de la boca (vía intraoral), lo cual evita cicatrices en la piel de la cara y la posible parálisis del nervio facial y ofrece un mejor postoperatorio. En este sentido, como afirman los expertos, “la recuperación es muy rápida, ya que se evita el bloqueo de los maxilares y en una semana el paciente puede abrir la boca y hablar, mientras que el método tradicional requiere entre tres semanas y un mes de bloqueo. Asimismo, el paciente puede comer antes y hay una menor tasa de anquilosis mandibular (imposibilidad del paciente para abrir la boca, de forma parcial o total)”.

No obstante, destacan que esta intervención no es posible en todos los casos, dado que, por ejemplo, en casos muy graves y extremos se sigue realizando la cirugía tradicional, por vía externa.

“Se trata de una técnica difícil de aprender, con una curva de aprendizaje marcada, que ha sido posible por la larga tradición de este servicio en la realización de artroscopias, como las de la articulación temporomandibular (ATM), y de endoscopias, como las que llevamos a cabo ante fracturas de suelo de órbita desde la boca, evitando entrar por el párpado. Este manejo de las ópticas redunda en la habilidad para abordar nuevas técnicas”, señala Martínez.