La Guardia Civil detiene a un corredor de seguros que cobraba pólizas que nunca formalizaba

La Guardia Civil de Santa Pola ha tenido conocimiento de varias denuncias de ciudadanos que aseguraban haber pagado sus respectivas pólizas de seguros y que, cuando han necesitado hacer uso de ellas, sus compañías les han comunicado que no tenían seguro alguno en vigor. Rápidamente, los agentes iniciaron una investigación, que dio como resultado un nexo en común en todas las víctimas conocidas hasta el momento, un corredor de seguros, de 54 años, que cobraba en efectivo pólizas que nunca llegaba a formalizar.

La investigación comenzó cuando una mujer fue denunciada por los agentes de seguridad ciudadana, por conducir su vehículo careciendo del seguro obligatorio para ello.

La mujer denunciada por dicha infracción administrativa, reiteró a los agentes que ella tenía contratado un seguro y que no entendía que no constara así en la base de datos policial consultada, ya que ella sí que presentaba un recibo del pago de su seguro.

A esta situación, en la que la mujer insistía en estar asegurada, se sumaron varias denuncias más de otras personas que alegaban que, cuando solicitaron los servicios de su compañía de seguros, éstas les comunicaban que no tenían ninguna póliza en vigor con ellas.

Los agentes iniciaron una serie de gestiones de averiguación, que rápidamente desvelaron el nexo común en todos estos casos; un subagente comercial que trabajaba para dos corredurías diferentes de seguros, las cuales operaban, a su vez, con 6 compañías de seguros diferentes.

Aprovechando su condición de corredor de seguros y, en muchos de los casos, la amistad que tenía con las personas afectadas, cobraba en mano el dinero en efectivo de las pólizas, tanto de vehículos como de locales comerciales que, supuestamente tramitaba, pero que nunca llegaba a formalizar, provocando, con ello, la falta de cobertura de sus clientes.

Este corredor de seguros falsificaba los recibos de domiciliaciones y las notificaciones de las compañías aseguradoras, que entregaba a las víctimas para darle más veracidad a su engaño. Paralelamente, aportaba datos de contacto erróneos a las diferentes compañías, para que éstas, por su parte, no pudieran contactar con las personas aseguradas ficticiamente.

La cantidad conocida, hasta el momento, estafada por el detenido supera los 22.000 euros, aunque no se descarta la aparición de más posibles víctimas. Igualmente, estos hechos han provocado más de 4.000 euros en perjuicios ocasionados a diversos clientes, por no encontrarse asegurados realmente, además de las múltiples molestias ocasionadas.

Por todo ello, ha sido detenido un español de 54 años, vecino de Santa Pola, lugar donde se encuentra la casi totalidad de los afectados. Se le imputa la autoría de 13 delitos de estafa y 4 delitos de falsedad documental.

Por esos mismos hechos, se ha tomado también manifestación, en calidad de investigado, a un segundo hombre, un español de 55 años, propietario de una de las dos corredurías mencionadas anteriormente, para esclarecer su posible conocimiento de los hechos y el grado de implicación en las diversas estafas.

El detenido ya ha pasado a disposición judicial, quedando en libertad provisional con cargos.