Ana Botella: “Aboliremos la reforma laboral, que ha sido una desgracia para todos los españoles”

Delegada del Gobierno con Zapatero, vuelve a la primera línea política como cabeza de cartel socialista por Valencia. Convencida que el PSOE ganará votos hasta el 20-D, defiende la fuerza del bipartidismo y el gobierno que haga posible la aritmética parlamentaria, se sea o no la fuerza más votada.

Sin miedo a la coalición Podemos-Compromís, se compromete a defender a los valencianos en el Congreso, más allá de la disciplina de voto de partido. Comparte la necesidad de reformar el Senado y las Diputaciones, de limitar los mandatos y los aforamientos y de rebajar el número de ayuntamientos.

El CIS les ha insuflado moral, despegándoles claramente de Ciudadanos

La encuesta marca la centralidad con preferencia hacia gobiernos de centro izquierda y marca, también, el descontento con el ejecutivo del PP con la falta de liderazgo del presidente Rajoy en un momento dramático para la sociedad española. En la intención de voto espontáneo, incluso señala la preferencia hacia el PSOE.

¿Aguantará el bipartidismo como acaba de pronosticar el CIS?

El mensaje que han querido lanzar los partidos emergentes ha sido legítimo pero poco realista porque han insistido en que el bipartidismo es un modelo agotado y eso no es cierto en ningún país europeo. Ni la socialdemocracia ni los partidos conservadores han dejado de ser las opciones más potentes para ofrecer respuestas a la sociedad europea. Y el PSOE tiene la capacidad de estar en vanguardia.

¿Debe formar gobierno el partido más votado?

El mayor mensaje lo está lanzando el PP, como respuesta a las estimaciones conocidas. Forma gobierno el que con todos los representantes sume mayoría.

A día de hoy al PSOE le haría falta coaligar con Ciudadanos pero también con Podemos. ¿Sería operativo un tripartito?

En el PSOE nos hace falta transmitir correctamente nuestras propuestas que venimos trabajando desde hace cuatro años para ganarnos la confianza de los españoles.

A la lista de Valencia se le ha criticado la falta de renovación, con Ábalos como 2, la hija de Toni Such como 3 y Ciscar como 4. ¿Sigue pesando demasiado la partitocracia?

Las listas por definición despiertan pasiones por los juegos de poder, protagonismos, los equilibrios entre hombres y mujeres… Pero lo que está clara es la foto final con una renovación muy profunda. Más del 80% de las candidaturas al Senado y al Congreso son nuevas en toda España. En nuestro caso, la lista refleja experiencia, trayectoria profesional, juventud…

¿Cuántos diputados esperan en la Comunitat Valenciana?

Como mínimo, mantener los que tenemos. Pensamos que contamos con un proyecto firme con las personas adecuadas para ganarse la confianza de los ciudadanos. Y estoy convencida que mejoraremos de aquí al 20-D porque ya se están valorando las acciones de gobierno en los municipios y en la Generalitat Valenciana.

¿Defenderán los diputados socialistas los intereses valencianos más allá de la disciplina de voto nacional?

Ese conflicto de intereses está sobrepasado. Nuestro secretario general y presidente de la Generalitat ha marcado la hoja de ruta desde el minuto 1, que es defender nuestra financiación. Es algo tan evidente que no cabe otra. No cabe vuelta atrás.

Delegada del Gobierno con Zapatero y candidata con Pedro Sánchez. ¿Qué gana el PSOE con Sánchez?

Encarna perfectamente el tipo de político del siglo XXI: joven pero preparado. Es Doctor en Económicas. Ha cotizado, es deportista, con una familia normal. Tiene el valor de representar un ciudadano normal con un compromiso político importante.

¿Qué tiene Albert Rivera?

Una sana ambición de una persona joven y preparada también.

¿Hasta dónde llegará el efecto Ciudadanos?

A nadie se le escapa la presencia que está teniendo Cataluña en la vida española y esto le da un mayor interés.

¿Cómo debe reaccionar el Estado al desafío catalán?

Debía haber empezado antes. La acción política de Rajoy en los últimos cuatro años ha sido el inmovilismo que parece que no sea casual sino intencionado para enfrentar dos modelos: el independentista y el conservadurismo que se ve como solución de fuerza. Este jugar a los extremos ha tensionado la situación innecesariamente y ésta no es la vía. Llegados a este punto, la responsabilidad la asumirá el Constitucional. No sé hasta qué punto Rajoy ha sido leal con los españoles porque ahora puede utilizar al resto de partidos políticos para que le apoyemos.

Si gobierna Pedro Sánchez, ¿qué pasará con la reforma laboral?

Ha habido declaración expresa de abolirla en todos sus términos con matices en el capítulo de los despidos que se abordará con patronal y sindicatos. Está clarísimo que ha sido lesiva para la evolución del empleo y el paro en España, porque hemos perdido más de medio millón de personas en la población activa. En cuatro años, nos hemos quedado sin estabilidad y no sabemos a qué nos enfrentamos. Esta reforma laboral ha sido una desgracia para todos los españoles.

¿Son excesivamente caras las cotizaciones sociales?

Es urgente simplificar el modelo de contrataciones pero respecto a las cotizaciones, comparativamente con otros países, no son caras. El Estado debe poder recaudar para garantizar futuras prestaciones.

¿Se pueden pagar las pensiones?

Sí pero debemos lograr un consenso atendiendo al aumento de la esperanza de vida gracias a las mejoras sanitarias. El Estado del Bienestar es irrenunciable y así lo es en países más liberales que el nuestro como Inglaterra, por ejemplo, donde es mucho más garantista en estos momentos que aquí. Sí que es sostenible e irrenunciable pero periódicamente habrá que ir reformando el marco.

¿Le preocupa el pacto Compromís-Podemos para concurrir a las Generales conjuntamente?

En absoluto. Estos partidos quizás necesiten unirse para tener fuerza. Nosotros preferimos a los ciudadanos para ser más fuertes y contar con una mayoría suficiente para progresar.

¿Son partidos nuevos con formas viejas?

Tienen muchos dejes y mensajes que nos recuerdan izquierdas muy sobrepasadas en el tiempo o derechas con mensajes renovados.

Yo le digo Margallo, candidato popular por Alicante, y usted dice…

Como Asuntos Exteriores, es un fichaje alejado de nuestra Comunitat Valenciana.

…Bastidas, número 1 del PP por Valencia…

Va a tener muy difícil defender aquí las políticas de Rajoy.

¿Tiene sentido el Senado?

Debe reformarse para convertirse en una verdadera cámara territorial que tenga una utilidad real.

¿Hay que mantener las diputaciones?

Forma parte de ese capítulo que hay que abrir sin ningún tipo de temor ni de lastre respecto a la visión que hayamos tenido en el pasado. Todos los niveles de la Administración se repensarán en dos aspectos: el coste económico para el contribuyente y la eficacia de los servicios que prestan.

Las diputaciones pueden tener sentido si de verdad suplen la falta de medios de los municipios pequeños pero si las comunidades autónomas pueden garantizar esa misma labor, hay que repensarlas. Con el marco legal actual, no se puede abordar su eliminación y buen reto hay con hacerlas eficientes con los casos que hemos tenido en las tres diputaciones de nuestra comunidad, dirigidas por el PP.

En España tenemos más de 8.000 municipios. ¿Quién le pone el cascabel el gato?

Es compatible el respeto a la tradición con la prestación de los servicios de manera mancomunada. Se trata de encontrar el punto de conciliación para que no desaparezcan los nombres pero con un coste menor.

¿Bajando el número de concejales, incluso?

Efectivamente. En la reforma constitucional, se abordará cómo nos organizamos mejor siempre con respeto por la referencia geográfica que aporta las señas de identidad.

¿Hay superávit de aforados?

Personalmente creo que se ha abierto demasiado y hay que volverlo a considerar. Los que estamos en el servicio público no tenemos mayor problema en dar respuesta más allá de lo que en un momento dado pueda considerarse protección por razones del cargo pero sólo en casos muy reducidos.

El presidente de la Diputación de Alicante ha invitado a reflexionar sobre la limitación de mandatos por ley

No es algo achacable sólo a él porque es otro debate abierto. En mi opinión, por higiene, dos mandatos sería lo razonable en el mismo cargo.

Ana Botella conoce la Administración como funcionaria y como política. ¿Cómo deben constituirse las mesas de negociación?

Cada administración tiene unas especificaciones pero lo que no puede haber son comportamientos no sólo sospechosos sino delictivos en personas actualmente investigadas por la Justicia, que extienden la sospecha sobre todas las instituciones.

Estos maximalismos están fuera de lugar. Llevo 30 años en la Administración y la normalidad es el cumplimiento estricto de la ley. No se trata de limitar quién está o quién no sino más transparencia. Por ejemplo, en algunos países, como Francia, se retransmiten las comisiones de Urbanismo previas a los plenos municipales.

No sembraría sombra de sospecha sobre los políticos porque si nos ponemos así, todos los funcionarios pueden ser corrompibles también.

En algunos procesos, como Gürtel, hay empleados públicos imputados que aseguran que únicamente cumplían órdenes

Bueno, la única orden de un funcionario es el cumplimiento de la ley y si hay una mínima duda, que impere la ética. Todos somos conscientes que hemos vivido una etapa negra que responde a intereses bastardos con una fagocitación del presupuesto público con sospechas de financiación irregular que han asolado al PP que, por cierto, continúa sin regenerarse. La norma está muy clara y si hay conflicto de intereses, existen cauces jurídicos para denunciar a tus superiores. No caben excusas.

¿Se ha visto alguna vez en una situación comprometida?

Nunca. Puedes detectar que hay empresas que intentan acortar el camino para llegar a los sitios pero nunca un conflicto mayor. No respondería a una casualidad sino a una causalidad.

Hablando de conflictos de intereses, ¿qué hacemos con las puertas giratorias?

Los expertos y los jurídicos valoran los límites para no poder aprovechar información privilegiada durante un tiempo razonable. Pero hay otra vertiente muy importante que son los valores. No todo lo podemos regular por ley y el sentido común y la decencia han de estar por encima de la norma, por muy tentadora que sea una oferta.