La Diputación evita riesgos geológicos en 13 municipios
La Diputación de Valencia, a través de su departamento de Medio Ambiente, eliminó en 2014 riesgos geológicos en 13 municipios con el objetivo de garantizar la seguridad ciudadana además de retener la erosión del terreno y crear elementos paisajísticos mediante la regeneración de las zonas deterioradas.
Así, a través del programa de Minimización de Riesgos Geológicos 2014, con una partida de 850.000 euros, los municipios han estabilizado taludes, han reducido el riesgo de desprendimiento sobre viviendas y carreteras y han evitado derrumbes de caminos.
La Diputación de Valencia es pionera en la prevención y corrección de riesgos geológicos que se producen a lo largo y ancho de la provincia. Algunos de los más frecuentes son el desprendimiento de grandes bloques de piedras de las montañas que, en caso de deslizarse por las pendientes, pueden impactar con edificaciones de los municipios, lo que puede suponer, incluso, un peligro para las personas que las habitan.
Para ello, los consistorios remiten una solicitud y se redacta un proyecto o memoria valorada por la corporación provincial para su aprobación. A continuación, la Diputación licita y adjudica las obras, que son subvencionadas por la entidad provincial en función del número de habitantes de las poblaciones solicitantes.
Subvenciones
Así, la corporación provincial sufraga el 97,5% del coste total de las obras que se efectúan en los municipios de menos de 1.000 habitantes. Las localidades de entre 1.000 y 2.000 habitantes recibirán el 95% del importe total de la actuación, mientras que las localidades con una población de más de 2.000 habitantes y menos de 5.000 obtendrán el 92,5%. Por último, la entidad provincial subvencionará el 90% de los trabajos que se realizan en los municipios de más de 5.000 habitantes.
En 2014 se realizaron trabajos en 13 municipios que ascendieron a un total de 554.000 euros.
Actuaciones realizadas en 2014
La entidad provincial actuó en Palma de Gandia para eliminar el riesgo de desprendimiento en el talud oeste de la calle Sant Miquel, en el casco urbano. Las obras, ascendieron a 58.975 euros y sirvieron para encauzar la escorrentía producida por la lluvia. Todas las viviendas de la parte oeste del vial estaban siendo perjudicadas por el agua que caía del barranco.
Los trabajos consistieron en la realización de una cuneta de hormigón para la recogida de aguas, que se unió a la red de aguas pluviales mediante una nueva canalización soterrada de un diámetro de 800 mm. Asimismo, también se crearon dos nuevos sumideros que se unen al nuevo pozo.
Por otro lado, la corporación provincial también subvencionó las obras para evitar el derrumbe del camí del Molí, en El Palomar, que se encuentra sobre el barranc de la Junda que sufría desprendimientos.
La actuación, que ascendió a 9.895 euros, se centró en la sujeción del barranco mediante la colocación de una escollera y el asfaltado de la vía pecuaria.
El área de Medio Ambiente finalizó también el pasado ejercicio una serie de trabajos para evitar desprendimientos de rocas del talud colindante a las infraestructuras deportivas del municipio de Ador.
Las obras, de 60.000 euros, consistieron en la nivelación y saneo del terreno y la realización de un muro de gaviones de 75 metros de largo y una altura de entre 2 y 3 metros, que sirvió para detener la caída de rocas de la ladera.
Por otro lado, Ademuz consolidó el subsuelo de la calle Soriano mediante una actuación que ascendió a 43.534 euros. El vial, ubicado en una urbanización, se vio afectado por una fuga subterránea que fue erosionando el terreno paulatinamente, dejando un bloque de casas sin cimentación, por lo que se tuvo que desalojar a varias familias de la zona afectada.
Por ello, se inyectó resina en el subsuelo para consolidar la zona, próxima a la ladera que se desprendió con el agua.
Igualmente, para evitar desprendimientos de rocas en la urbanización de El Tossal de la Font d’en Carròs, se instaló una malla de triple torsión reforzada con una red de cable de acero de 360 metros cuadrados anclada mediante bulones de tres y seis metros de profundidad. El coste total de las obras fue de 34.860 euros.
Igualmente, la entidad provincial subvencionó tareas en Gestalgar para estabilizar y garantizar la seguridad de un inmueble en la calle la Villa, unos trabajos con un coste de 2.452 euros.
En 2014 también se finalizaron las obras de colocación de un muro de contención en la carretera de acceso al embarcadero de Benagéber que ascendieron a 48.228 euros.
Por otro lado, la entidad provincial también eliminó riesgos geológicos en Chiva, concretamente en la urbanización residencial “Loma del Miralcampo”, mediante un muro verde de contención de tierras en el talud del depósito de agua de la urbanización con una inversión de 58.987 euros.
El talud se estaba degradando, con el problema de que justo arriba se sitúa un depósito de agua, lo que suponía un riesgo para la seguridad de los vecinos de la urbanización y para los niños que estuviesen en un parque infantil colindante.
La entidad provincial también puso en marcha en 2014 una serie de trabajos para evitar desprendimientos en la ladera de la aldea El Oro, en Cortes de Pallás, para lo que se destinaron un total de 59.290 euros.
Así, esta actuación aseguró una montaña que sufrió un incendio en 2012 y destruyó la masa forestal. Para ello, se efectuó un saneo de forma manual en una superficie de 2.500 metros cuadrados para instalar después una red de cables de unos 500 metros cuadrados anclada mediante bulones con barra corrugada para evitar y prevenir desprendimientos.
Igualmente, se redujo el riesgo de desprendimiento de rocas sobre el municipio de Cullera, con unos trabajos que ascendieron a 17.594 euros.
En 2014 también se consolidó el talud del cementerio de Genovés con una actuación de 49.836 euros.
La entidad provincial también evitó riesgos geológicos en un camino rural de Potríes con una escollera. El coste total de la obra fue de 60.497 euros y sirvió para estabilizar el Camí de la Riba y evitar desprendimientos de la ladera adyacente y eliminar desniveles que impedían la circulación de vehículos agrícolas y maquinaria pesada.
Por último, se llevaron a cabo una serie de trabajos en el Barranco de Teulada a su paso por la localidad de Villamarxant para prevenir riesgos geológicos debido a inestabilidades que se producían en los márgenes del cauce del río por inundaciones o lluvias torrenciales. El presupuesto total de la obra fue de 49.991,85 euros.
