El Monasterio de la Valldigna confronta la obra de El Greco en Toledo con la del Colegio del Patriarca de Valencia
El director gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, ha inaugurado esta mañana la exposición 'El Greco. Architeto de Retablos y el Colegio del Patriarca de Valencia. Episodios del Moderno Clasicismo' en el Real Monasterio de Santa Maria de la Valldigna.
Garín ha estado acompañado por la administradora de la Fundación Jaume II el Just, Anabel Trujillo, y por el artista, Joaquín Bérchez.
La exposición 'El Greco Architeto & El Colegio del Patriarca de Valencia. Episodios del moderno clasicismo. Video-instalación y fotografías de Joaquín Bérchez', que se presenta en la Sala Refectorio del Monasterio de Santa María de la Valldigna, complementa y enriquece la recién inaugurada en el Centro del Carmen sobre la faceta arquitectónica del Greco, mostrando una ampliación de los espacios toledanos habitados por sus retablos.
La exposición que hoy se abre en el Monasterio de la Valldgina hasta el 19 de octubre, pone en valor, por medio de la fotografía y del video, el fulgor arquitectónico tanto de los retablos realizados por el Greco en Toledo como del monumento por excelencia del renacimiento valenciano: el Colegio del Patriarca. Pero, sobre todo, profundiza en la modernidad con que ambos episodios introdujeron, precozmente en España, un lenguaje arquitectónico clásico de nuevo cuño, que se verá en el siglo XVII.
A través de 14 fotografías de gran formato y una vídeo-instalación Joaquín Bérchez ayuda al espectador a comprender la obra de uno de los mayores artistas que ha dado la historia del arte, El Greco, en la conmemoración de los 400 años de su muerte.
Se trata de la primera vez que se realiza una exposición sobre la faceta arquitectónica de El Greco. Por estas nuevas fotografías desfilan la claridad diáfana de la capilla de Santo Domingo el Antiguo, la visión amplificada por las rejas del santuario del Hospital de la Caridad de Illescas, con su capilla mayor a modo de reconditorio, la visión (restituida digitalmente) de la misma con las teatrales pinturas originarias ubicadas en el retablo y en la bóveda, o la elocuencia arquitectónica de la iglesia y retablos del Hospital Tavera, incluido el Cristo resurrecto destinado al tabernáculo de la iglesia, una de la escasas esculturas conservadas del Greco.
La exposición busca confrontar y hacer dialogar, desde la estrategia fotográfica y sobre todo de la secuencia temporal del vídeo, las novedades arquitectónicas del moderno clasicismo inspirado en las experimentaciones de Miguel Ángel, que emergen de manera casi sincrónica en las obras realizadas por el Greco en Toledo y en la del Real Colegio del Corpus Christi de Valencia -Colegio del Patriarca- (1586-1615), de Bartolomé Matarana, que mando construir el Patriarca Ribera.
El trabajo que presenta Joaquín Bérchez en estas dos exposiciones, la que muestra en el Recfectorio del Real Monasterio de la Valldigna y la expuesta en el Centro del Carmen, antiguo Monasterio Carmelita, sirven para resaltar y poner en valor una vez más el magnífico patrimonio valenciano.
Se trata de una de las exposiciones más importantes de las que ha acogido el Monasterio de la Valldgina en los últimos años, una muestra más de la colaboración entre el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana y la Fundación Jaume II el Just, que celebra este año su 15 aniversario.
La inauguración de 'El Greco Architeto & El Colegio del Patriarca de Valencia' coincide además con la celebración del programa Juliol Musical al Monestir que se inaugura esta noche. Con ambas actividades la Generalitat quiere invitar al público valenciano a acercarse a Simat de la Valldigna, en la comarca de La Safor, a disfrutar y enriquecerse de este conjunto arquitectónico, transmirsor de conocimiento y puente entre culturas, reconocido en el Estatuto de Autonomia como lugar de encuentro de todos los valencianos.
El Greco y el Patriarca
El afán coleccionista del Patriarca Ribera no fue ajeno al Greco puesto que compró pinturas suyas en vida. De igual modo las decorativas pinturas al fresco de la Capilla de San Vicente Ferrer de la iglesia del Colegio, con su exaltación corográfica de la ciudad y sus moradores, hacen presentir ese concepto de pintura al vivo que el Greco innovó en la pintura toledana.
Pero a su vez también desde la mirada arquitectónica, tanto la representada en los frescos como la implícita en retablos y mobiliario religioso, realizados bajo la órbita artística del genovés Matarana, surge un vanguardista consumo de ecos, registros, con una matriz similar a los desplegados por el Greco en Toledo. Y esa matriz no es otra que el uso del leguaje clásico diferente a la "comune usanza delli altri", la cual aflora por vez primera en España, desde cauces artísticos diversos, tanto en el Greco como en Matarana.
Otro de los indicativos que resalta Bérchez de modernidad en el colegio del Patriarca está en la temprana presencia del nuevo orden jónico de capiteles con volutas angulares y enguirnaldadas que ordena el aguamanil de paso a la sacristía (1599), réplica del conocido capitel "alla michelangiolesca" presente en el Palazzo dei Conservatori del Campidoglio romano. O el mismo retablo mayor de la capilla, diseñado por Matarana en 1600, que introducía, al igual que una década antes lo había hecho el Greco en Toledo, el inusual modelo de pala italiana, acogiendo en su dimensionado nicho central y sobrepujando capiteles y arquitrabes, el lienzo de la Santa Cena de Francisco Ribalta. Este eco alcanzaría también a la decoración al fresco de la Capilla del Monumento, del discípulo de Matarana, Tomás Hernández, en 1606.
