El Hospital Doctor Moliner muestra la importancia de detectar y prevenir el Burnout

La psicóloga clínica del Hospital Doctor Moliner, Nuria Arribas, ha mostrado en una charla, celebrada hoy en el Salón de Actos del centro sanitario, la importancia de la detección y de la prevención del Síndrome del Burnout en los trabajadores.

Además, con esta charla la Comisión de Calidad del Hospital Doctor Moliner persigue la implicación de todos los profesionales en una encuesta sobre Burnout en el centro. La doctora María José Merino, responsable de la Comisión de Calidad, ha destacado en la presentación de la charla que detectar y prevenir el Síndrome del Burnout "es fundamental para la salud y el desempeño de una eficiente y cualitativa actividad del profesional, así como del equipo y de la institución".

Por su parte, la psicóloga clínica, Nuria Arribas, en su intervención ha definido el Burnout como "una respuesta al estrés laboral crónico, un proceso –más que un estado- que es además progresivo, que se produce en los profesionales que deben dar respuestas a otros individuos y que entre los colectivos más afectados por él se encuentra el del personal sanitario".

El Síndrome del Burnout se produce como consecuencia de una serie de desencadenantes como: sobrecarga de trabajo y/o ocupación poco estimulante; poca o nula participación en la toma decisiones; falta de medios para realizar la tarea; falta de estabilidad laboral; excesiva burocracia; pérdida de identificación con lo que se realiza; ambigüedad de rol; percepción de que no se recibe refuerzo cuando el trabajo se desarrolla eficazmente, pero sí se puede producir castigo por hacerlo mal; conflicto de valores entre trabajador y empresa; deficientes condiciones ambientales.

La aparición del Burnout provoca unas consecuencias negativas para el personal, tanto a nivel físico (cansancio, malestar general, dolor de espalda, cervicales y contracturas musculares, trastornos del sueño, palpitaciones, alergias, catarros frecuentes, hipertensión, jaquecas, problemas digestivos...) como a nivel emocional (sentimiento de vacío y fracaso, impotencia, impaciencia, inquietud y ansiedad, baja autoestima y tristeza con tendencia a la depresión) y a nivel conductual y actitudinal (irritabilidad, aislamiento, hostilidad, agresividad, cinismo, suspicacia, problemas de pareja, deterioro de la vida familiar, disminución de la capacidad para la toma de decisiones; dificultad de concentración con olvidos frecuentes).

Las consecuencias del Síndrome de Burnout para la institución son, entre otras, conflictos con otros profesionales, con pacientes y familias, ineficiencia en la actividad diaria, absentismo laboral, accidentes laborales y niveles de compromiso organizacional más bajo.

Niveles de intervención

Nuria Arribas explica que en el Síndrome de Burnout "lo principal es su prevención, por lo que es imprescindible actuar sobre las condiciones de trabajo y el entorno laboral, así como dotar al trabajador de estrategias para enfrentarse a determinadas situaciones de su actividad laboral".

Tres son los niveles de intervención para prevenir el Síndrome del Burnout: Nivel Individual (desarrollo de conductas que eliminen la fuente de estrés o neutralicen las consecuencias negativas del mismo, desconectar del trabajo fuera de la jornada laboral, practicar técnicas de relajación, tomar pequeños descansos de cinco minutos cada hora durante la jornada, marcarse objetivos reales y factibles de conseguir...), Nivel Grupal (facilitar formación e información, fomentar las relaciones interpersonales y los grupos informales de apoyo) y Nivel Organizacional (potenciar la comunicación vertical: ascendente y descendente, programas de evaluación y de prevención de riesgos psico-sociales, reestructuración y rediseño del puesto de trabajo, establecer de forma precisa el sistema de roles, formación de mandos intermedios y directivos, etc.).