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Juan Pablo II nombró a 20 valencianos obispos en diferentes diócesis españolas y del extranjero

  • Beatificó a 255 valencianos, canonizó a otro y ordenó a 141 sacerdotes en Valencia

El papa Juan Pablo II, cuya canonización el próximo 27 de abril ha sido anunciada hoy por el papa Francisco, nombró a un total de 20 sacerdotes valencianos obispos en diferentes diócesis españolas o del extranjero a lo largo de su pontificado, desde 1978 hasta 2005.

Igualmente, el Papa ofició en el paseo de la Alameda de Valencia también la mayor ordenación sacerdotal de su pontificado, con 141 jóvenes, en noviembre de 1982, durante su primera visita apostólica a España.

De igual forma, Juan Pablo II beatificó a lo largo de su pontificado a un total de 255 valencianos, de ellos 233 en una misma ceremonia el 11 de marzo de 2001 durante una solemne misa en la plaza de San Pedro, que constituyó la beatificación más numerosa de la historia de la Iglesia.

Obispos valencianos

En sus 26 años al frente de la Iglesia, Juan Pablo II nombró a un arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, que estuvo al frente de la diócesis desde 1992 hasta 2009. Igualmente, el Papa nombró durante su pontificado a un total de siete obispos auxiliares en la diócesis de Valencia: monseñor Santiago García Aracil, en la actualidad arzobispo de Mérida-Badajoz y antes obispo de Jaén; monseñor José Vilaplana Blasco, obispo de Huelva; monseñor Rafael Sanus, fallecido en 2010; monseñor Jesús Catalá, obispo de Málaga, así como el actual obispo de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui, y el obispo de Palencia, monseñor Esteban Escudero.

Los últimos nombramientos de sacerdotes como nuevos prelados valencianos por el papa Juan Pablo II fueron los de monseñor Enrique Benavent, en la actualidad obispo de Tortosa y al que el beato nombró obispo auxiliar de Valencia en 2004, y de monseñor Vicente Juan Segura como obispo de Ibiza, en enero de 2005.

También designó a varios sacerdotes valencianos como cardenales, arzobispos u obispos en distintas diócesis españolas. Así, Juan Pablo II nombró a monseñor Ricardo María Carles cardenal arzobispo de Barcelona, ya jubilado, y al hoy cardenal Antonio Cañizares, primer obispo de Ávila, más tarde arzobispo de Granada y, por último, arzobispo de Toledo y primado de España. El último nombramiento de arzobispos valencianos por el Papa, fue firmado en marzo de 2005, cuando designó a monseñor Manuel Ureña como arzobispo de Zaragoza, tras haber permanecido varios años como obispo de Cartagena-Murcia y anteriormente de Ibiza.

Otros valencianos nombrados obispos por el Papa han sido monseñor José Gea Escolano, al que designó obispo de Mondoñedo-Ferrol, en la actualidad jubilado; monseñor Juan Antonio Reig, de Segorbe-Castellón, hoy obispo de Alcalá de Henares; monseñor Antonio Vilaplana, fallecido en 2010 ; monseñor Javier Salinas, hoy obispo de Mallorca; monseñor Agustín Cortés, en la actualidad, obispo de la diócesis catalana de Sant Feliu de Llobregat; monseñor Juan Piris, hoy obispo de Lérida; y el fallecido monseñor Jesús Pla, que fue obispo de Sigüenza-Guadalajara.

De igual forma, en el extranjero, el Papa nombró a monseñor Juan Oliver, natural de Carcaixent, obispo coadjutor del Vicariato de Requena, en Perú; y a monseñor Pablo Varela Server, natural de Dénia (Alicante), obispo auxiliar de Panamá.

255 beatos valencianos y un santo

El papa Juan Pablo II beatificó a lo largo de su pontificado a un total de 255 religiosos y seglares valencianos y canonizó a un religioso natural de Xàtiva, San Jacinto Castañeda, nacido en 1743 y perteneciente a la orden de los dominicos.

De los valencianos beatificados, la mayoría de ellos, 226, fueron elevados a los altares en la que constituyó la mayor beatificación colectiva de la historia. Fue presidida por el Pontífice en Roma en marzo de 2001. En la ceremonia fueron declarados beatos un total de 233 mártires españoles de la persecución religiosa de 1936. Entre ellos figuraron 226 cuyas causas de canonización fueron iniciadas en la curia eclesiástica de Valencia “al ser el lugar donde desempeñaban su labor pastoral cuando fueron asesinados”, según indicaron a la agencia AVAN fuentes del Arzobispado. Dentro del grupo de los nuevos beatos valencianos figuraron 37 seglares y, entre ellos, varios que se convirtieron en los primeros profesionales de sus respectivas actividades laborales en ser elevados a los altares.

El papa Juan Pablo II fijó el 22 de septiembre como fiesta litúrgica de los 233 mártires que beatificó al ser el día y el mes en que se produjeron el mayor número de martirios en Valencia durante la persecución religiosa de 1936.

Asimismo, fue beatificada por el Pontífice la religiosa valenciana Juana María Condesa Lluch (1862-1916), fundadora de la congregación Esclavas de María Inmaculada. La ceremonia tuvo lugar en Roma el 23 de marzo de 2003.

De igual modo, el 20 de marzo de 2004, Juan Pablo II beatificó en la Plaza de San Pedro del Vaticano a la religiosa valenciana Piedad de la Cruz, fundadora de la congregación de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús. Piedad de la Cruz, de nombre Tomasa Ortiz Real, fundó la congregación de las Hermanas Salesianas en 1890 en la localidad murciana de Alcantarilla. Nació en Bocairent (Valencia) en 1842 y murió en Alcantarilla (Murcia) en 1916.

También han sido declarados beatos por Juan Pablo II, en 1988, la seglar Josefa Naval Girbés, nacida en 1820 en la localidad valenciana de Algemesí, actualmente en proceso de canonización.

En 1995, Vicente Vilar, laico natural de Manises, martirizado en 1937, fue beatificado, también, junto a un total de 17 religiosas de la congregación de las Hermanas de la Doctrina Cristiana de Mislata y tres religiosos mártires valencianos miembros de las Escuelas Pías.

Igualmente, en octubre de 1992 el Papa declaró beatos a 5 mártires valencianos, tres de ellos religiosos claretianos: José Amorós Hernández (Pobla Llarga- 1913), José Blasco Juan (Xàtiva, 1912), Eduardo Ripoll Diego (Xàtiva, 1912); y los otros dos, pertenecientes a la orden hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios: Julián Carrasquer Fos (Sueca, 1881) y Antonio Sanchis Silvestre (Vilamarxant, 1919).

De otro lado, entre los santos declarados por Juan Pablo II figura el religioso dominico Jacinto Castañeda, nacido en Xàtiva en 1743, que fue canonizado en 1988.

141 sacerdotes ordenados por el Papa en Valencia

De igual forma, el beato Juan Pablo II presidió la mayor ordenación sacerdotal de su pontificado en la ciudad de Valencia. El Papa administró la ordenación sacerdotal a 141 jóvenes de toda España en una misa ante cerca de un millón de personas el 8 de noviembre de 1982, en el Paseo de la Alameda, en el transcurso de la visita papal a la diócesis valentina.

12 sacerdotes valencianos distinguidos por Juan Pablo II

El beato Juan Pablo II distinguió con títulos pontificios a lo largo de su trayectoria a un total de 12 sacerdotes valencianos tanto por los servicios prestados en la Santa Sede como por su trayectoria pastoral así como a seglares valencianos.

Entre ellos figuran ocho sacerdotes valencianos distinguidos con el título de Prelado de Honor de Su Santidad: Ramón Arnau, de Alberic, deán emérito de la Catedral de Valencia, que también fue nombrado en 1999 Protonotario Apostólico Supernumerario; monseñor Vicente Cárcel Ortí, natural de Manises, en la actualidad vicario episcopal para los sacerdotes valencianos residentes en Roma y jefe de la Cancillería del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; monseñor Vicente Juan Segura, nacido en Tavernes de Valldigna, jefe de la Sección de lengua española de la Secretaría de Estado de Su Santidad;; Juan Pérez Navarro, de Muro de Alcoy (Alicante), deán de la Catedral de Valencia; y los párrocos Salvador Artés, de Lloc Nou de Sant Jeroni; Vicente Ferrando, de Benifairó de la Valldigna; Alfredo Candel, de Polinyà de Xúquer, fallecido en 2004; y Salvador Domingo, nacido en Lliria, fallecido en 2004.

Igualmente, recibieron el título de Capellán de Su Santidad cuatro sacerdotes valencianos: monseñor Alejandro Cifres, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Francisco Vinaixa, oficial del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos del Vaticano; Santiago de Wit, secretario de la Nunciatura en Paraguay; y monseñor Jesús Catalá, nacido en Vilamarxant, en la actualidad obispo de Alcalá de Henares.

De igual forma, el beato Juan Pablo II concedió a dos seglares la Encomienda de la Orden de San Gregorio Magno: al periodista José María Cruz Román, quien ha sido durante más de 25 años hasta su jubilación, director de Radio Popular de Valencia (de la cadena COPE), y al jurista Ignacio Carrau Leonarte, presidente de la Cofradía del Santo Cáliz y de la asociación de juristas "Cavallers Jurats de Sant Vicent Ferrer".

El beato Juan Pablo II designó Valencia sede del V Encuentro Mundial de las Familias

Por otra parte, Juan Pablo II designó la ciudad de Valencia como sede del V Encuentro Mundial de la Familia que se celebró en 2006, según anunció el propio Pontífice el 25 de enero de 2003 desde Roma en un mensaje televisado en la clausura del anterior encuentro en Manila.

Instituciones creadas por Juan Pablo II en Valencia

El Pontificio Instituto Juan Pablo II de Valencia, creado en 1994, fue la cuarta extensión internacional de este centro constituido en Roma en 1981 por el Papa a propuesta del Sínodo de Obispos "para hacer accesible la verdad natural y revelada del matrimonio y la familia a la cultura contemporánea", según se indicaba en su constitución apostólica. Después de abrir la sede central en Roma, se crearon extensiones sucesivamente en Washington, México, Valencia, Salvador de Bahía, Sydney, además de otras dos en Benín y La India.

En España, su única sede se encuentra en Valencia desde el 13 de septiembre de 1994, aunque desde entonces el instituto ha abierto dos extensiones en Madrid y Castellón.

Igualmente, la Santa Sede aprobó en noviembre de 2003 la agregación del Instituto Diocesano de Estudios Canónicos de Valencia a la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. En la actualidad está unido en su gestión a la Universidad Católica de Valencia.

Desde entonces, la licenciatura en Derecho Canónico puede obtenerse en Valencia, después de que los estudios superiores en esta especialidad fueran suprimidos en la capital valenciana en 1932. El programa en Derecho Canónico dejó de ser reconocido como titulación de grado superior por la reforma de estudios eclesiásticos de 1932 que "suprimió aquellos centros que no cumplían unas determinadas exigencias académicas".

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