Presentan cuatro nuevos proyectos de exhumación de fosas comunes
Los proyectos contemplan la exhumación de las fosas situadas en Benagéber, Albalat dels Tarongers y la existente en el Cementerio General de Valencia, ubicada en el antiguo cementerio civil, así como la recuperación de los restos de un guerrillero en La Pesquera (Cuenca).
El portavoz del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Fundació Societat y Progrés, Matías Alonso, que ha representado a las familias en la reunión, ha destacado el hecho de que se trata de una iniciativa "no de una asociación sino de los familiares directos de las víctimas".
Alonso ha explicado que los familiares que están tras las propuestas son "gente mayor que no tiene recursos y que reclama que el mismo Estado que secuestró y asesinó a sus padres o abuelos les restituya sus restos para poder enterrarlos".
Según ha detallado, en el caso de la fosa del Cementerio General de Valencia, no sólo se solicita el análisis y la recuperación de los restos sino que, además, algunos familiares piden la "dignificación del lugar", con la construcción de "un memorial que se llamaría Jardín de las Ideas".
Alonso ha recordado que, además, la asociación está personada en la causa abierta por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para investigar las denuncias de asociaciones de familiares de desaparecidos y abrir 19 fosas en toda España.
Al acabar el encuentro, que todas las partes han calificado de "positivo", uno de los 12 familiares de personas enterradas en las diferentes fosas, Miguel Garrido, ha manifestado que, con esta iniciativa, está pidiendo ayuda económica para procurar "la justicia que no hubo en su momento".
Garrido ha afirmado que su padre, Salvador Garrido Gimeno, está enterrado "como un perro" en la fosa común de Benagéber -donde, al parecer, yacen también otras 7 personas, dos de ellas, guerrilleros- y que sólo quiere "que se le reconozca y que descanse como una persona".
Según ha recalcado, su padre fue fusilado "por ser punto de apoyo de los que iban contra el régimen franquista", ya que era un vaquero que abastecía de leche a los obreros que construían el pantano de Benagéber pero, como ha explicado su hijo, "daba de comer a los que aparecían por allí con hambre, aunque fueran guerrilleros".
El hombre ha relatado que, cuando tenía 4 años, "una tarde ya no volvimos a ver a mi padre", y a su madre y a su hermano, de 14 años, también "se los llevó la Guardia Civil para matarlos", pero que "al final no lo hicieron porque se toparon con alguna persona buena".
"No quiero represalias. Vivimos en democracia, y cada uno que tenga sus ideas. Tan sólo quiero que mi padre tenga su tierra y su lápida, enterrado al lado de mi madre", ha concluido.
