Faura se moviliza para evitar que cinco niños se queden sin plaza en el colegio

Más de doscientos vecinos de Faura se han concentrado hoy en la plaza del Ayuntamiento para reclamar a la Conselleria de Educación que se habilite una plaza de profesor para el primer curso de educación infantil ya que cinco niños de 3 años no han sido admitidos en el único colegio público de la localidad.

Padres, familiares y vecinos han apoyado la protesta convocada a las 19.00 horas.

En total realizaron la preinscripción 35 niños de Faura que deberían empezar a cursar el primer curso de infantil en septiembre, sin embargo, la ratio está fijada en 30 alumnos, y al no haberse concedido un profesor para este ciclo por parte de la Conselleria, 5 niños no han sido admitidos.

Por ello, los padres han convocado una concentración para dejar patente el malestar y la injusticia que supone que cinco niños del pueblo se vean obligados a ser escolarizados en otro pueblo, fuera de su entorno.

La concentración ha contado con el apoyo del alcalde de la localidad, Toni Gaspar, y con el equipo de gobierno municipal, así como de FAPA Valencia.

Pese a que la Conselleria ha insinuado verbalmente que se iba a solucionar el problema, todavía no se ha comunicado oficialmente nada al centro ni al Ayuntamiento.

La matriculación de los alumnos se formaliza a finales de esta semana, y si no se aprueba un profesor más, estos cinco niños tendrán que buscar plaza en otros centros.

Los padres de los alumnos admitidos han mostrado igualmente su malestar, ya que con la ratio establecida en 30 alumnos por clase, un profesor deberá atender a 30 niños de solo 3 años, los cuales requieren atenciones especiales por su corta edad.

Durante la protesta también se han recogido firmas que se trasladarán a la Conselleria como muestra del malestar de los vecinos de esta localidad de la comarca del Camp de Morvedre en materia educativa.

Los padres han exigido del mismo modo, que se acabe con los barracones en el centro ya que existe la voluntad desde el Ayuntamiento de firmar un convenio para colaborar en que desaparezcan del centro y así ganar espacio para el patio y el comedor.

También se ha dejado patente la deuda de 50.000 euros que mantiene la Generalitat con el CP en pagos atrasados de comedor y mantenimiento, lo que hace que el inicio del curso que viene se afronte con incertidumbre.