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Cientos de feligreses achican agua en iglesias, locales parroquiales y cementerios tras las lluvias torrenciales en Valencia

  • La colegiata de Gandía y las iglesias de Quart y Aldaia, las más afectadas

Diferentes parroquias valencianas, locales parroquiales y hasta algún cementerio dependiente de las iglesias, han sufrido inundaciones como consecuencia de las intensas precipitaciones registradas en la archidiócesis de Valencia desde ayer tarde. Cientos de feligreses han participado en las labores de achique junto a los propios párrocos.

Así, en la localidad de Quart de Poblet, donde se registraron un total de 228 litros por metro cuadrado esta noche, la mayor cantidad de la Comunitat Valenciana, la parroquia de la Purísima Concepción sufrió anoche "grandes embolsamientos de agua" que afectaron a nave central, en la zona de los bancos, según ha indicado a la agencia AVAN el párroco, Francisco José Ballesteros. Numerosos feligreses han permanecido esta mañana durante cuatro horas colaborando en las tareas de achique y limpieza. De igual modo, en la parroquia de Santa Cecilia, de la misma localidad, los feligreses han recogido con cubos el agua que ascendía a más un palmo en la nave principal.

En Aldaia, donde se han medido más de 207 litros por metro cuadrado, las inundaciones han afectado a tres pisos de los locales parroquiales de la Anunciación de Nuestra Señora, en especial a los despachos y las dependencias de Cáritas parroquiales, según fuentes de la propia iglesia.

En Xirivella, el cementerio parroquial de Nuestra Señora de la Salud ha amanecido esta mañana anegado por unos 30 centímetros de agua, según el párroco Antonio Martínez López, que lleva desde primera hora achicando agua con una manguera con la ayuda de feligreses.

Por su parte, en Silla, feligreses de la parroquia de San Roque han estado achicando esta mañana agua que había entrado en el salón de actos y en el foso del ascensor, según su párroco, Antonio Ferrando.

En Gandía, donde dos pequeños tornados acompañaron las intensas precipitaciones, la sacristía de la Colegiata comenzó a inundarse anoche, cuando concluía la misa de las ocho de la tarde, y el agua alcanzó un palmo de altura. "Era imposible frenar la entrada del agua, que brotaba de los aseos, aunque los feligreses se volcaron en ayudar", ha indicado a AVAN el abad de la Colegiata, Angel Saneugenio, que ha precisado que el agua también entró en los locales adyacentes al templo.

También en Gandía, la parroquia de San José "quedó milagrosamente intacta del tornado que comenzó junto a ella", según su párroco, Priscilio Ruiz Picazo.

En cambio, los locales de la parroquia de San Francisco de Borja, igualmente en Gandía, sufrieron también inundaciones por la salida continua del agua por los aseos, que alcanzaron las alfombras y distintas estanc ias, según su titular, Jesús Sánchez Dominguez.

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