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El Colegio Notarial de Valencia presenta el Proyecto Ramón Llull que coordinará la información geográfica y jurídica relativa al territorio

El Colegio Notarial de Valencia presenta el Proyecto Ramón Llull que coordinará la información geográfica y jurídica relativa al territorio

    El Colegio Notarial de Valencia y la Universidad de Alicante han desarrollado a través del Laboratorio de Geomática del Instituto Interuniversitario de Geografía y el Departamento de Derecho Civil el proyecto de investigación denominado Proyecto Ramón Llull, una aplicación informática orientada a la coordinación de la información geográfica y jurídica relativa al territorio. La gestión territorial de la información catastral y la administración electrónica permite a los agentes técnicos y jurídicos, cumpliendo con el formato establecido por el Catastro, generar expedientes inteligentes en condiciones de seguridad y agilidad, coordinando la información geográfica y jurídica relativa al territorio.

    El Decano del Colegio Notarial de Valencia, César Belda, y el Subdirector General de Estudios y Sistemas de la Información de la Dirección General del Catastro, Fernando Serrano, han sido los encargados de clausurar el curso técnico. En su intervención César Belda ha valorado el Proyecto Ramón Llull como una herramienta fundamental para seguir mejorando la seguridad jurídica preventiva, “una colaboración fundamental que nace de la convicción de la necesidad que siente el Colegio Notarial de Valencia de intentar buscar nuevos cauces en materia de documentación gráfica”. Asimismo, destacó que “el Catastro supone una de las herramientas de seguridad más importantes del país” y añadió que “el rigor del Catastro nos exige actuar de la misma manera a todos los operadores jurídicos”. Para Belda “las personas que trabajan en el Catastro han convertido lo que simplemente podría ser un conjunto de datos, en la Base de Datos Central de la Información Gráfica del país, y de ahí en uno de los referentes jurídicos necesarios e indispensables en el futuro de la seguridad jurídica española”.

    Por su parte, el Representante de la Dirección General del Catastro, Fernando Serrano, ha agradecido el trabajo del colectivo notarial y ha explicado en su ponencia, “Gestión territorial de la información catastral y Administración Electrónica”, las numerosas novedades que aporta la entrada en vigor de las modificaciones que la Ley de Economía Sostenible hace sobre la Ley del Catastro Inmobiliario. “El notariado y el catastro somos socios estratégicos, nos beneficiamos mutuamente, prestando así un mejor servicio público al ciudadano”, ha asegurado. Asimismo, ha manifestado que la principal ventaja del proyecto es el intercambio de ficheros, el poder introducir en el mundo jurídico algo tan técnico como la cartografía en beneficio último del usuario, que ahorra tiempo, uniendo la fe pública notarial con la documentación técnica. Entre otras cosas, el proyecto modifica los plazos de intercambio de información entre notarios y registradores a cinco días; exige la constancia de la referencia catastral en títulos, y al Catastro otorgar las referencias catastrales de forma rápida, así como la certificación descriptiva y gráfica en estructuras.”

    El director del proyecto Alfredo Ramón Morte, profesor titular del Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Alicante, y el coordinador del proyecto, notario y profesor asociado de Derecho Civil de la Universidad de Alicante, Antonio Jiménez Clar, han sido los encargados de explicar los ejes de este novedoso proyecto a los técnicos de las notarías.

    El objetivo principal de esta plataforma, que ha costado siete años de trabajo, es el de coordinar a los agentes que intervienen en una transacción económica, con el fin de que notarios y técnicos dialoguen a través del sistema y compartan el mismo interfaz.

    Durante la presentación del Proyecto Ramón Llull, su director, Alfredo Ramón Morte, ha destacado que se trata “de una herramienta simple, que ofrece un entorno de trabajo compartido, con un acceso seguro sabiendo quien es quien. De este modo, un notario podrá trabajar con una cartografía, comunicarse con un técnico, un topógrafo, un arquitecto técnico o un cartógrafo sobre un proceso con una información de referencia y con unas garantías que buscan la agilidad y la seguridad del instrumento público”. Eso sí, el director del proyecto ha dejado claro que Ramón Llull “no es una base de datos territorial, ni una herramienta para dibujar parcelas, es una base de datos de donde debe partir toda la información y que sirve para que puedan comunicarse los diferentes actores implicados y plantear las oportunas soluciones a incidencias concretas”.

    Por su parte, el coordinador del proyecto y notario de Alicante, Antonio Jiménez, ha hecho especial hincapié en que esta herramienta “supone incorporar al instrumento público la información gráfica que se articula a través de tres ejes: la relevancia jurídica, el contenido básico y el desarrollo de tecnología, permitiendo la necesidad de la coordinación entre técnicos y notarios, creando una comunidad de gestión para darle una coherencia”. Asimismo, subrayó que esta nueva herramienta evita duplicidades en la información pues “se realiza la descarga de la información bajo el formato del Catastro que es la base de datos oficial y, una vez validadas las modificaciones gráficas por el programa, es el notario el que debe validar los cambios para que no haya disfunciones”.

    Sin duda, el Proyecto Ramón Llull es ya el inicio de una red coordinada de profesionales técnicos y jurídicos que comparten la información sobre bienes inmuebles de forma segura y garantizada. Además, es un modelo de gestión que debe seguir mejorando y que agilizará el tráfico inmobiliario bajo condiciones de seguridad, en beneficio último del ciudadano. Esta estrecha colaboración permitirá llevar al día el catastro y dar un mejor servicio al usuario, con una herramienta que resuelve necesidades concretas y que funciona.

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