La “decana” de los voluntarios de Cáritas Valencia cumple cien años
Lo celebra con su familia, con una misa en Bicorp y una comida
La “decana” de los voluntarios de Cáritas en la archidiócesis de Valencia, Clotilde Veniel, natural de la localidad valenciana de Bicorp, ha celebrado este fin de semana su 100 aniversario con una misa “para dar gracias a Dios” y una comida con toda su familia entre la que figuran dos hijos, cinco nietos y cinco biznietos.
Clotilde Veniel, que en la actualidad continúa visitando enfermos y colabora activamente en la Cáritas parroquial de su localidad, de la que es una de sus fundadoras, recibió una tarta y un ramo con cien rosas, entre otras flores, que ahora “decoran la casa junto con cien globos de colores”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN.
Precisamente, está previsto que Clotilde, que es viuda, participe el próximo sábado, por la mañana, en el encuentro diocesano que ha organizado Cáritas de Valencia.
La “decana” de los voluntarios reconoce que tiene un carácter alegre y que “cuando hago compañía a los enfermos, a veces les cuento chistes o les recito alguna poesía para divertirles”. También añade que “hablamos de cosas alegres del pasado, como cuando íbamos de paseo con los novios, que es mejor que hablar de los dolores”.
Clotilde inició su colaboración con Cáritas en 1989, cuando el entonces párroco de la localidad, Pascual Ripoll, “nos animó a formar la Cáritas. No teníamos ni un perra ni media, y otra chica y yo íbamos pidiendo por el pueblo”.
En la actualidad, la anciana colabora en la recogida de ropa usada, en la “campaña del kilo”, e incluso “haciendo buñuelos y otros dulces para recaudar fondos en la Feria Medieval que todos los años se celebra en el pueblo”, señala Juan Vila, párroco de Bicorp.
En la localidad es “una mujer muy querida, acude a todas las reuniones de Cáritas y tiene mucha iniciativa”, según el párroco.
Criada en una familia de siete hermanos, de los que sólo uno era varón, Clotilde asegura que su longevidad es fruto del trabajo duro. “He trabajado muchísimo, casi desde que aprendí a andar”, afirma. Aunque ha dedicado su vida a diferentes tareas, como el cuidado del ganado, la atención en una carnicería familiar o el trabajo en el campo, su “gran afición” ha sido siempre la costura y la labor.
