Joan Cardells exhibe una exposición de “puro dibujo” en la Sala Parpalló con grafitos, ceras, celulosas y bronces

El artista valenciano Joan Cardells (Valencia, 1948) ha presentado hoy la exposición “Grafitos, Ceras, Celulosas, Bronces” junto al diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Salvador Enguix, y la directora de la Sala Parpalló y comisaria de la muestra, Ana de Miguel,.

Se trata de una exposición “de puro dibujo, a pesar de que hay esculturas también”, en palabras del propio artista quien ha explicado que sus esculturas “desde hace mucho tiempo, acaban siendo auxiliares de mis dibujos”.

“No me gusta que haya muchos olores, como es el caso de la pintura, y al final lo reduces del gris al blanco, del gris al negro que, es además un placer, con poco instrumental tratar de hacer lo máximo posible”, ha explicado Cardells.

En su intervención, el diputado de Cultura ha remarcado que es un “honor darle la bienvenida, de nuevo, al maestro Cardells, fundador del Equipo Realidad junto a Jorge Ballester en 1966, y distinguido en el año 2000 con el premio Alfons Roig de Artes Plásticas de la Diputación de Valencia”, ha señalado Enguix.

Ana de Miguel ha destacado que el montaje expositivo “no se ha hecho por cronología o por materiales sino que la disposición de las piezas se ha realizado por asociaciones”. “La idea es salir de los espacios comunes para buscar la alquimia de la narración; alquimia porque las diversas piezas conversan entre sí”, ha matizado De Miguel.

La muestra traza un hilo conductor por el universo plástico de Cardells que parte de dos piezas germinales de la serie sastres, concretamente una chaqueta de cartón cosido (1978) y otra chaqueta de uralita (1980) perteneciente a la colección de Diego Vijande.

En este particular viaje a través de los dibujos de Joan Cardells se ofrece al visitante una reflexión con un elaborado proceso de trabajo de investigación material y conceptual, determinado por una cuidada y elegante sencillez formal que ahora deja a un lado el fibrocemento, la uralita y el hierro colado para centrarse principalmente en los grafitos, el bronce, la celulosa e introduce como novedad la cera.

La producción artística de Joan Cardells transita entre diferentes géneros artísticos como la escultura y el dibujo, creando un reiterado y obsesivo imaginario donde encontramos la reinterpretación constante de motivos; las aceitunas, calabazas, chaquetas, pantalones, depósitos de agua, techos de uralita, granadas, bacalaos, melones, Michelin, hombres, ollas o torsos,  a los que se le suman, ahora en la exposición  que presenta la Sala Parpalló como novedad; los gallos y patos.

Todos ellos elementos correspondientes a un cuidado repertorio que refleja sus aficiones por lo industrial, el comercio, la  ferretería o la propia sastrería tradicional.

Alrededor de 50 piezas entre bronces, ceras, cartón, grafitos, celulosas, así como tres mármoles remarcados por la magia imaginativa de un dibujo que parece cada vez más complejo, conforman la muestra.

En este proceso de reflexión sobre la obra de Joan Cardells, se presentan dos miradas complementarias, a través de los textos de la comisaria Ana de Miguel y de Jaime Siles que componen el catálogo. Mientras una desarrolla una introspección crítica de la obra, la otra profundiza por el intimista universo del artista.

Sin más preámbulos les dejo a continuación con la comisaria de la exposición y con el propio artista para que sean ellos quienes nos descubran los detalles más relevantes del proyecto.

Joan Cardells

Joan Cardells estudió en la Escuela de Artes y Oficios y en la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia. Hacia 1965 cultiva una pintura de corte expresionista y de temática urbana. Elaborando al mismo tiempo imágenes para carteles, boletines y publicaciones universitarias, trabajos paralelos a los de Estampa Popular de Valencia, en la que más tarde se integraría.

Fundador del “Equipo Realidad” junto a Jorge Ballester en el año 1966, desarrollan un realismo crítico de compromiso social con un definido carácter Pop; participa en diversas exposiciones  hasta su disolución en 1976, con la llegada de la democracia. Inmediatamente tras este periodo, inicia en solitario el proyecto plástico que le valió un lugar propio en la renovación de la escultura española de la década de los ochenta.

En esta época inicia una serie de dibujos y esculturas fabricadas con fibrocemento, cartón cosido y uralita, las cuales se presentan como un precedente dentro de las diversidades artísticas del grafito. Desarrollando definitivamente ya a partir de 1977 las posibilidades técnicas y poéticas de este último, con sus conocidos claroscuros tridimensionales. Tras obtener diversos premios, -como el Premio Cáceres de Escultura (Institución Cultural El Brocense) en 1982 con una pieza de uralita pigmentada con negro humo, o la participación en L’Art pour l’Europe. Sculpture Espagnole Contemporaine, en la sede del Consejo de Europa, Estrasburgo, en 1989 -, prolonga su poética del grafito, mediante la confrontación y el diálogo entre las esculturas de hierro fundido y los dibujos de gran formato.

En el 2000, obtiene el último premio Alfons Roig  de Artes Plásticas de la Diputación de Valencia en su XVIII edición. Su obra se encuentra presente en las principales colecciones nacionales e internacionales entre las que destacan el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, The Chase Manhattan Bank, Nueva York , Arabako Foru Aldundia, Arte Eder Museoa, Vitoria–Gasteiz, entre otras