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El alumnado de La Milotxa aprende a poner nombre a sus emociones

El alumnado de La Milotxa aprende a poner nombre a sus emociones
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    La Milotxa acoge las últimas visitas de la temporada de miembros de la Fundación TAI (Trabajos de Ayuda a la Infancia) a los cuatro colegios públicos de Puçol para que el alumnado más joven del pueblo aprenda formas sanas de relacionarse con las demás personas. Tras los centros Luis Vives, Jaume I y Obispo Hervás, el grupo de niñas y niños de 5 años de la escuela infantil ha continuado el martes 6 de marzo con el programa de vida saludable de la ONG y ha atendido a una actividad de cuentacuentos que les ha enseñado a poner nombre a las emociones.

    «Se trata del primer año que venimos a La Milotxa con esta programación», ha explicado Mónica Donnellan, coordinadora de proyectos de la Fundación TAI y trabajadora social. La ONG ya ha asistido con anterioridad al centro con otro programa.

    El alumnado de las clases de 5 años de la escuela infantil La Milotxa ha centrado toda su atención en Mónica y su compañera Jessica Simón, pedagoga, a quienes se les han unido para cantar una canción sobre las emociones. Con el apoyo de una matrioska, la muñeca rusa, también les han dado un repaso: la primera muñeca estaba contenta pero, al abrirla y sacar la que había dentro, los niños y niñas han reconocido que la segunda parecía tener miedo. Y, así, una figura tras otra.

    «A través de un cuentacuentos y música, el alumnado aprende a poner nombre a las emociones», ha señalado Mónica. No se trata del único taller que realicen en el centro, ya que también van a practicar yoga en el aula. Estos talleres vivenciales están destinados a que «el alumnado trabaje en grupo y desarrolle su inteligencia emocional», ha apuntado la coordinadora.

    La ONG valenciana imparte en los centros estas actividades sin teoría, centradas en las experiencias, por tercer año consecutivo, pues actúan desde 2015. Los tres módulos que componen el programa de vida saludable tratan las emociones, la alimentación y el cuerpo con el objetivo de dar «una visión integral al respecto; no solo evitar enfermedades, sino promover hábitos de vida saludable», ha señalado Mónica.

    Los talleres están destinados a jóvenes de infantil y primaria y alumnado de ESO. En el ámbito de las emociones, la intención es «reconocerlas, saber ponerles nombre y gestionarlas; mejorar la relación de los alumnos con sus compañeros y consigo mismos, y desarrollar su inteligencia emocional», ha indicado la coordinadora. Asimismo, son una herramienta para que el alumnado mejore «su atención, la memoria y la capacidad de estudio».

    «Protegemos tanto a los niños que, cuando les pasa algo en su vida cotidiana, tienen problemas para reaccionar», ha manifestado Mery Cortell, concejal de Educación. «No saben cómo enfrentarse a ellos; estas actividades les enseñan las emociones que hay y cómo afrontarlas».

    En cuanto al cuerpo, se trabaja la «conciencia corporal, la higiene postural y ejercicios para mantener el cuerpo en forma a pesar de estar sentados todo el día», ha descrito la coordinadora Mónica. En el caso de la alimentación, «algo básico para el cuerpo y las emociones», se profundiza en «qué tipo de nutrientes necesitamos y sobre consumo responsable», ha añadido.

    Aparte de los colegios, el instituto también es uno de los lugares donde los miembros de la Fundación TAI actúan. Ante el reto del alumnado de 2º de Bachillerato, que afronta el acceso a la Universidad, imparten a los jóvenes «técnicas para gestionar el estrés en un año muy difícil. Fomentamos que reflexionen ellos, compartan vivencias en el aula y trabajen en grupo. Los profesores siempre están con ellos y también participan», ha detallado la coordinadora. De esta manera, «viven la experiencia por sí mismos».

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