Iván Ortolá, campeón de España de motociclismo, hace historia con la octava victoria consecutiva

Iván Ortolá, joven vecino de Puçol y campeón de España de motociclismo, ha hecho historia: además de las siete anteriores, ha ganado la octava y última carrera del campeonato, que tuvo lugar a finales de octubre en Jerez. Haber vencido en las siete primeras pruebas del Campeonato de España de Velocidad ya lo convertían en ganador incluso antes de correr en esta prueba; ahora, ha logrado una proeza que no había conseguido ningún piloto hasta el momento.

«Lo hemos vivido con mucha alegría», comenta Antolín Ortolá, padre del joven campeón Iván Ortolá. «Hacer un pleno... tanto Iván como el equipo, gracias a quienes ha llegado ahí, están bastante contentos, y los padres mucho más; se nos cae la baba».

La celebración de este momento histórico fue más relajada, porque «ya lo celebramos cuando se erigió campeón en Alcañiz; en Jerez presenciamos una victoria merecida, pero con más calma», relata el padre. «No asimilamos 8 victorias de 8».

El padre de Iván no recuerda haberlo visto gateando y mucho menos andando, «tengo la imagen de Iván con un patinete y sobre todo la de él yendo a todas partes con un correpasillos. Nunca estaba quieto».

Con cuatro años descubrió su primera moto, de juguete, claro; con cinco, Iván ya circulaba a 70 km/h en una mini moto de la escuela KSB; con seis, recorría media España participando en pruebas de la liga de escuelas; a los diez se subió en su primera moto; y unos meses después, con once años, ya competía con una Kawasaki de 65 cc.

Pero fue con doce años cuando su carrera como motociclista dio un vuelco: Jorge Martínez Aspar fue a la escuela KSB, se fijó en Iván y apostó por él, llevándolo a su equipo, el MRW Junior Aspar Team.

«Fue entonces cuando empecé a competir de verdad, con una moto de velocidad», comenta Iván. «Eso fue en 2016 en las pruebas de 85 GP, donde subí cinco veces al podio, pero no logré ganar ninguna carrera».

Cinco podios y cuarto en la general en su primer año. No fue un mal debut para un novato. Un novato al que pronto bautizaron como Pepino 48 por su fecha de nacimiento, el 4 de agosto.

«Me encantan las motos y las competiciones desde que empecé con seis años y las pruebas de karting», apunta el joven corredor nacido en Puçol. «Por eso quiero seguir corriendo y disfrutando de las carreras con las escuelas y también del campeonato de velocidad, hasta llegar a donde pueda... como Rossi, que es mi ídolo».

El gran Valentino no está mal como referencia, sobre todo si la suerte le acompaña y, de momento, sus padres están muy tranquilos porque todo va sobre ruedas: ha ido progresando la velocidad, hasta alcanzar los 180 km/h con las motos 85 GP este año en el Campeonato de España de Velocidad (CEV), no ha tenido ninguna caída grave y las lesiones lo han respetado.

Aunque para ello entrena un mínimo de once horas semanales: martes, miércoles y sábado. Sin olvidar los estudios, por supuesto: cursa 2º de ESO y tiene claro que no puede entrenar si no ha finalizado los deberes, así que Pepino 48 primero trabaja en casa y luego acude al circuito a entrenar.

«No podría llevar ese horario sin la colaboración del Colegio Internacional de Levante, en Calicanto, donde estudia», recuerda su padre, Antolín. «La dirección del centro nos pidió el calendario anual de competiciones y lo dejan salir sin problemas cuando tiene que marcharse algún día lectivo a los lugares donde compite. Están ayudando todo lo que pueden y eso es de agradecer».

Iván ha vencido en las ocho carreras que se han disputado: Valencia, dos en Alcarraz, Alcañiz, Montmeló, Los Arcos (Navarra) Albacete y Jerez. Ocho pruebas, ocho victorias; y ya era campeón de España desde el verano. Al obtener la victoria en el último circuito, en Jerez de la Frontera, ha hecho historia, pues nadie había conseguido esa gesta... hasta ahora.

De cara a la próxima temporada, es posible que ascienda a pre Moto 3: «confiamos en que dé todo lo que pueda y esté a la altura». Desde luego, lleva una buena trayectoria.