Paco Serrano gana tres medallas de oro en el Campeonato de Europa de Wushu celebrado en Moscú

Paco Serrano comenzó a practicar Wushu (literalmente, artes marciales, aunque también se asocia con el kung-fu) cuando tenía 16 años. En estas tres décadas ha aprendido muchas disciplinas, aunque se ha especializado en una, taichí (en el original, Taijiquan), sobre todo en el presente siglo.

“Me he formado con el número uno en taichí, Chen Xiao Wang, que es descendiente de la familia de Chen Wangting, el creador hace 400 años del taichí, una disciplina en la que se formaban los guardaespaldas del emperador, lo que da una idea de su importancia”, afirma Paco. “Lo de la familia es importante porque cada maestro tiene su estilo y se transmite a través de su linaje: sus alumnos aprenden con descendientes que continúan la línea marcada por el maestro”.

En la primera década de este siglo, Paco participó en numerosos torneos, alcanzando la medalla de oro en el Campeonato de España en varias ocasiones, hasta que decidió dejarlo hace cuatro años, para centrarse en la enseñanza.

Actualmente tiene dos escuelas, ambas bajo la insignia He-Ren, una en el Sindicato Agrícola de Puçol y la otra en la calle Torrent de Valencia. Allí imparte clases a alumnos desde los 4 a los 86 años: para los peques, sobre todo Wushu (kung-fu), para los mayores taichí. Y también enseña kung-fu a los alumnos de tres colegios de Puçol.

Este año, su mujer Montse Jaraba —que también fue campeona de España de taichí, hace ahora nueve años— le convenció para que volviera a inscribirse en la federación y regresara a la competición… sería una forma de motivar a los alumnos de He-Ren que van a participar pronto en su primer Campeonato de España.

Lo que no esperaba es que ese regreso fuera tan rápido y tan sonado: en marzo se inscribió en la Federación Española de Judo y Deportes Asociados, en el Departamento de Wushu. Prácticamente unos días después le ofrecían acudir al Campeonato de Europa de este año. Conocían su currículum y no es un deporte demasiado extendido en nuestro país, al menos a nivel de presencia en torneos internacionales.

“El Europeo se celebra cada dos años, casi siempre en países del Este de Europa, que tienen una mayor tradición en todas las disciplinas del Wushu, así que había que aprovechar la ocasión, aunque hay que recordar que los 23 deportistas españoles que hemos acudido este año a Moscú nos hemos tenido que pagar el viaje nosotros mismo”, continúa. Es deportista nacido en Valencia, pero residente en Puçol desde hace diez años.

El Campeonato de Europa de Wushu celebrado en Moscú en mayo ha tenido dos partes: la semana del 12 y 13 de mayo dedicada a estilos internos, y la semana del 18 al 20 centrada en los externos. Los españoles se han dividido en dos grupos y los resultados están siendo muy buenos.

“En estilos internos hemos conseguido un oro y una plata en la especialidad de Wudan, además de cuatro oros y una plata en el combate Thuishou y, por último, las tres medallas de oro que he conseguido yo en taichí: rutinas estandarizadas, rutinas libres y manejo de la espada”.

Las rutinas estandarizadas son las que realizan todos los deportistas siguiendo el mismo guión, las mismas formas establecidas por la federación. En ellas, oro para Paco.

Las rutinas libres cambian, porque cada uno elige sus formas, sus posiciones, las que más domina y aquellas en las que mejor utiliza el dominio de la fuerza. Resultado, otro oro para Paco, que presentó el ejercicio más difícil de todo el campeonato y ganó con claridad.

La tercera especialidad, el manejo de la espada, es la favorita de Paco, su especialidad, su ejercicio predilecto, el que más gozo le produce… y el que le proporcionó su tercer oro en el europeo.
Ha sido un regreso sonado a la competición. Algo que sus jóvenes alumnos de Puçol apenas podían creer el lunes 16, cuando les mostró las tres medallas y los diplomas acreditativos de ser el campeón de Europa en tres modalidades distintas.

Ahora Paco vuelve a su rutina, a su trabajo diario con los alumnos de tres colegios de Puçol (La Milotxa, Luis Vives y Virgen al Pie de la Cruz), donde imparte como extraescolar clases de Wushu, o de kung-fu, como prefieren llamarla sus alumnos.

Sigue los preceptos con los que se inició: transmitir las enseñanzas de sus profesores con una línea coherente, fiel a su maestro Chen Xiao Wang, descendiente de la familia de Chen Wangting, el creador hace 400 años del taichí.

Y apenas habla de sí mismo. Quizá eso también lo ha aprendido de sus maestros.

Prefiere trabajar para que sus alumnos participen este año en los campeonatos autonómicos y, por primera vez, en el Campeonato de España que se celebra en Madrid.

De hecho, acudir al europeo era una forma de demostrarles que no hay que tener miedo a las grandes citas.

El maestro les ha enseñado el camino.

El 11 de junio, en Madrid, los alumnos de Paco Serrano toman la palabra… y el tatami.