La cena solidaria con Cáritas congrega casi 2.000 vecinos dispuestos a echar una mano

La noche del jueves tenía tres protagonistas: la música, la cena y la solidaridad. La plaza del País Valencià se quedó pequeña para los 1.950 inscritos en la cena solidaria con Cáritas, por lo que hubo que habilitar mesas en las calles adyacentes para situar a los vecinos dispuestos a aportar 2 euros para ayudar a los que ayudan. Una vez celebrado el acto oficial, comenzó otra tradición: la nit d’albaes, con paradas en la plaza, la iglesia, el ayuntamiento y las casas de los festeros.

“La cena solidaria es una manifestación popular que ya se ha convertido en una tradición dentro de las Fiestas Populares y Patronales de Puçol, un pueblo que dentro de sus características y particularidades hace años que ha inscrito la palabra solidaridad”. Con estas palabras, el periodista local Toni Galindo daba comienzo el acto solidario en la noche del jueves 4 de septiembre.

Un acto que cuenta cada año con más asistentes, tanto a título particular como a nivel colectivo. Todos los participantes acuden con su bocata y, además, aportan dos euros para una causa solidaria, que en esta ocasión ha sido Cáritas Interparroquial de Puçol.

“Este año hemos querido reconocer la labor de los colectivos locales que tan activamente colaboran en las fiestas y por eso es la primera vez que forman parte de la mesa institucional de esta cena solidaria, tras haber aceptado la invitación que les hemos realizado desde Alcaldía”, destaca el alcalde Enric Esteve. “En un acto solidario en el que los protagonistas son las personas, el pueblo, no podían faltar representantes de todos los colectivos en la mesa central”.

Pero el momento más emocionante de la noche no fue la cena, sino el acto solidario presentado por el periodista Toni Galindo, en el que se hizo la entrega simbólica del cheque a José Ramón Puchol, secretario de Cáritas, además de una placa por parte del ayuntamiento.

José Ramón, voluntario el equipo de acogida de Cáritas, leyó un texto preparado por el presidente en el que se agradecía la colaboración del ayuntamiento, las asociaciones locales y los vecinos, para terminar destacando la labor de su propio equipo: “Somos 60 personas las que formamos el equipo de Cáritas en Puçol, una pequeña parte de esas 80.000 que a nivel nacional trabajan, dentro de una institución que forma parte de la Iglesia Católica, de una manera totalmente altruista, por amor a los más desfavorecidos y desamparados. En su nombre y en el de todas aquellas personas que recibirán el beneficio de tanta solidaridad, de todos y para todos, muchas gracias”.

Mar Mazo fue la encargada de entregar la placa y el cheque, aunque antes leyó su aportación a este acto en el que participa por primera vez como concejal: “Muchas veces pensamos que la solidaridad es en sí misma una meta, cuando si bien lo pensamos es también camino: el que realizan los miles de voluntarios y las ONGs para ayudar a los que más necesitan que les echemos una mano”.

Su discurso contó con palabras de agradecimiento a los vecinos, a los voluntarios y, naturalmente, a Cáritas por “su labor diaria, porque gracias a su compromiso social estos  años han sido más llevaderos para muchas personas, demasiadas todavía, por desgracia”.

Y tras la solidaridad, llegó la hora de la música, acompañada de un punto de ironía y un toque de humor. El Grup de Albaes de l’Horta subió al escenario, en compañía de los festeros, para dar comienzo la nit d’albaes, que tendría su continuidad en la iglesia, la puerta del ayuntamiento y luego, una a una, la casa de todos los festeros.