El Ayuntamiento multará con hasta 600 euros a las personas que lancen pipas o papeles a la vía pública
Las ordenanzas municipales prevén sanciones para los dueños de los perros que ensucien las calles
El consistorio ha iniciado una campaña de información y sensibilización entre los vecinos de la Pobla sobre las consecuencias que tendrán, a partir de ahora, las actitudes incívicas entre la población. Para ello, se han repartido dípticos y folletos por los principales puntos y comercios del casco urbano en los que se informa de las sanciones económicas que se impondrán a los infractores.
La actual ordenanza municipal tipifica como infracción leve el lanzamiento de cáscaras de pipas, papeles o todo tipo de desperdicios en las calles del casco urbano que llevará aparejada una multa de hasta 600 euros para las personas infractoras. Para evitar problemas, el Ayuntamiento ha repartidos centenares de bolsas en los comercios y kioscos donde se venden este tipo de frutos secos con el propósito de evitar que terminen en las calles.
El portavoz del PSPV, Jaume Cortina, ha reclamado a la alcaldesa, Mari Carmen Contelles, del PP, “sensatez” al equipo de gobierno a la hora de aplicar las sanciones económicas a los infractores de este tipo de conductas y ha exigido “la potenciación de las campañas de sensibilización e información entre todos los colectivos de la población de la Pobla, especialmente entre los más jóvenes y en los colegios”. Cortina ha expreso su convencimiento de que estas conductas incívicas no sirvan de excusa para iniciar una campaña indiscriminada de recaudación que sirva para esconder la deficiente gestión económica del PP.
El PSPV también ha solicitado a la alcaldesa la habilitación de nuevas zonas públicas en el casco urbano para que los perros y animales de compañía depositen allí sus excrementos. De hecho, el Ayuntamiento ha recordado la obligación de los dueños de los perros de instalar un sistema electrónico de identificación a los mismos, su inscripción en el censo municipal y de dotarles de una correa para su control. En el caso de los perros peligrosos o agresivos deberán añadirles un bozal que impida las mordeduras al resto de transeúntes.
El reglamento del Ayuntamiento de la Pobla también establece sanciones que van desde los 30 a los 300 euros para aquellos casos en los que estos animales produzcan molestias y ruidos a los vecinos de las viviendas cercanas.
El PSPV recuerda que el anterior gobierno socialista habilitó zonas en el casco urbano para que los dueños de los animales puedan llevarlos allí para realizar sus necesidades. Además, también se reservaron zonas destinadas a los perros en las urbanizaciones y zonas residenciales como el Camp de Túria, San Martín, Jaravilla y Valentia.