La Universitat realiza una exposición y diversas actividades con internas de Picassent
El próximo jueves, día 31 de marzo, se inaugurará (20 horas) la exposición Retratros de luz. Mujeres y prisión en la Sala Oberta del Centre Cultural La Nau, con la que se pretende mostrar el lado más íntimo de la prisión a través de fotografías y una vídeoinstalación donde las protagonistas son las mujeres internas. Previamente a la inauguración, a las 19 horas, algunas de las protagonistas de la exposición ofrecerán una actuación musical en el claustro de La Nau.
Pero previamente a la exposición, a lo largo de esta semana, se desarrollarán una serie de actividades. A partir de mañana por la mañana se instalará un muro en el claustro del Centre Cultural La Nau que será intervenido con graffitis por internos del Centro Penitenciario de Picassent.
Por la tarde y como preludio a la exposición, tanto mañana martes día 29 como el miércoles 30 de marzo el Aula Magna del Centre Cultural La Nau acogerá, a las 19 horas, dos mesas redondas sobre mujeres y prisión y creatividad y centros penitenciarios con la participación de diferentes profesionales y expertos en temas sociales, judiciales, penitenciarios, artísticos, etc. Entre los participantes: Miguel Ángel Martínez, director del Centro Penitenciario de Picassent; Consuelo Císcar, directora de l’IVAM y creadora dels Tallers Arco Iris, Inmaculada Verdeguer, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y diversos profesores universitarios y profesionales del ámbito del centro penitenciario valenciano.
También en paralelo con las jornadas se está proyectando un ciclo de cine penitenciario dentro de las actividades del Aula de Cinema de la Universitat de València en el marco del que se proyectarán: Soy un fugitivo (I’m a Fugitive from a Chain-Gang, Mervin LeRoy, EEUU, 1932), Sin remisión (Caged, John Cromwell, EEUU, 1950) y Celda 211 (Daniel Monzón, España, 2009).
Una exposición que descubre la belleza de la mujer interna y deja atrás los tópicos
Retratos de Luz. Mujeres y prisión nace con un objetivo de “trabajar y crear desde la invisibilidad que representa el propio sistema penitenciario y transformarla en visibilidad por medio del acto creativo”, cuenta la artista Cari Roig, pintora y una de las impulsoras de este proyecto creativo junto con la videoartista Salvia Ferrer, el fotógrafo Mario Piera y el periodista Carles Gámez.
Retratos de Luz. Mujeres y prisión tiene su origen a partir de de la dirección y ejecución de una serie de talleres plásticos por parte de la pintora Cari Roig, ex componente del grupo plástico Equipo Límite, con un grupo de mujeres internas del Centro Penitenciario de Picassent. Una experiencia que se ha plasmado en la Asociación Arcos Iris Ríe, un proyecto impulsado por la pintora que comenzó a caminar hace cinco años con el apoyo del IVAM y posteriormente el de La Obra Social La Caixa, y que trabaja bajo el lema: “la creatividad es una forma de reconciliarse con uno mismo y por tanto con la vida”. Otro de los proyectos surgidos a partir de los talleres plásticos con las internas del Centro de Picassent es Guerreras en Tiempo de Paz , un colectivo de mujeres presas que ha mostrado sus trabajos pictóricos en diferentes centros culturales coordinado por Cari Roig y la Asociación Arco Iris Ríe.
Todas estas experiencias han generado está exposición que está concebido como un itinerario íntimo enlazado por una serie de documentos visuales a partir del propio testimonio, de la voz de las mujeres reclusas. “Al principio el público no percibirá que son reclusas. Queríamos mostrar la belleza de unas mujeres y poco a poco se puede intuir la historia, porque no hay tatuajes en sus cuerpos ni otros tópicos que les podríamos asociar”, comenta Cari Roig.
La exposición está formada por un panel fotográfico en el que a modo de collage se muestran 18 retratos de reclusas retroalimentados de luz, de ahí el nombre de la exposición “Retratos de luz”. Las fotografías han sido realizadas por Mario Piera.
La exposición se completa con una videoinstalación de la creadora Salvia Ferrer, pieza central del proyecto en la que las internas parecen estar preparándose para un casting, por lo que solo por lo que cuentan y no por su apariencia el público puede suponer su historia.
Unas veces como making off del proyecto, otras, como contenido y parte de la propia exposición (fotografía), estas imágenes nos ofrecen otras miradas colaterales. Otro punto creativo y visual en la realización de este camino de experiencia, de trayecto, de lo invisible a lo visible.
Sus palabras hechas de gestos y miradas, deseos, recuerdos, silencios o canciones nos van construyendo un mundo frágil y a la vez, cálido y duro, que se escapa más allá de los muros de la cárcel para incardinarse en otros paisajes más íntimos y cómplices. Un proceso de metamorfosis donde la imagen nos devuelve y construye un rostro un cuerpo, ahora en libertad y belleza frente a la cámara.
