Los técnicos de la Diputación finalizan los trabajos para crear un acceso y zona ajardinada a la estatua del Papa Luna

El pasado 22 de noviembre se cumplió un año de la instalación de la escultura dedicada a Benedicto XIII, el Papa Luna, en la entrada principal al Castillo de Peñíscola. Una instalación que se acaba de completar con la adecuación y remodelación por parte de los técnicos de la Diputación de la zona rocosa junto al monumento, con un presupuesto de 5.800 euros. En concreto, la estatua cuenta desde esta semana con un acceso lateral para que los visitantes puedan acceder directamente hasta el monumento.

Dicho acceso contará también con una superficie ajardinada, con plantas autóctonas de Peñíscola, para embellecer la superficie rocosa. Se da la circunstancia que un vecino de Illueca (Teruel), localidad natal del Papa Luna, ha llevado hasta el nuevo recinto ajardinado un poco de tierra de la finca en la que nació el pontífice, a modo de homenaje y como complemento histórico al nuevo conjunto monumental.

La pieza financiada por la Diputación de Castellón es obra del escultor Sergio Blanco ha sido realizada en bronce y fundida en Antequera (Málaga) en las instalaciones de Fundiciones Artísticas del Sur, la colosal obra de dos metros de altura  representa al pontífice ya anciano, vestido con capa y corona, sentado en su trono papal. En la elaboración de esta obra han  colaborado los escultores José Manuel Patricio Toro y Francisco Javier Galán.

A pesar de la importante labor que en los últimos años se ha realizado para recuperar la figura del gran protagonista del Cisma de Occidente desde la institución provincial, entre ellas la recuperación de la fórmula magistral de la Tisana del Papa Luna por el patronato de Turismo, la figura de este controvertido pontífice sigue siendo poco conocida. Tal vez, por la falta de un monumento emblemático que estuviese a la altura del personaje histórico, además de los mitos y leyendas que le rodearon. Un olvido subsanado hace ahora un año y