La diputación aporta 20.000 euros a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl para una vivienda supervisada
El pleno aprueba el convenio de colaboración mañana
La Unidad de Trabajo Social del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón detectó la necesidad de una alternativa residencial para aquellas personas con enfermedad mental crónica que, por carecer de redes de apoyo sociofamiliar, no llevan a cabo una ademada continuidad en el seguimiento del tratamiento prescrito. La Congregación de la Compañía Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl ha realizado la habilitación de un servicio de alojamiento alternativo, mediante la adecuación de una vivienda supervisada que constituye la infraestructura del denominado “proyecto puente”.
El objetivo de este proyecto, según explica el vicepresidente Rubén Ibáñez, es promocionar la reinserción y la normalización de los pacientes, así como mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedad mental.
El perfil de la población que se beneficia de la vivienda supervisada corresponde a personas afectadas por situaciones de pobreza, marginalidad o exclusión social, y que padecen enfermedades o trastornos mentales graves o crónicos, con dificultades de funcionamiento psicosocial, con escasa autonomía personal o social y con un macado déficit de sus capacidades funcionales relativa a los diferentes aspectos de la vida diaria: autocuidado, relaciones sociales, relaciones familiares, ocio y aprendizaje, entre otros.
