Marco advierte de que obviar a los causantes de la crisis puede provocar que se repita de nuevo en el futuro

La secretaria de Economía de la dirección provincial del PSPV-PSOE y portavoz de Industria del Grupo Parlamentario Socialista, Amparo Marco, ha advertido del “riesgo que supone olvidar a los auténticos causantes de la crisis que ha generado 16 millones de parados en todo el mundo sólo en el 2009, ya que podrían provocarla de nuevo en el futuro”. En este sentido, ha recordado que después de más de tres años de la mayor crisis económica que se recuerda, “ya nadie habla de su origen, de las condiciones y las circunstancias que la produjeron; ya nadie habla de las hipotecas basura, de la burbuja inmobiliaria, de la especulación financiera, del lucro rápido y a cualquier precio”. Por este motivo, señala que “aquéllos que sentaron las bases para llegar a esta situación han conseguido que ya no se hable de ellos y por lo tanto ya no centremos el foco de atención en controlar, mitigar y eliminar las malas prácticas que nos llevaron a la actual situación”.

Estas son algunas de las afirmaciones realizadas por Marco tras la conferencia que impartió el secretario general de UGT, Constantino Calero, en la sede del PSPV-PSOE de Castelló, sobre empleo. Una conferencia en la que Calero hizo referencia a que si tal como dice el Presidente Francisco Camps la mejor política social es la creación de empleo “nuestra comunidad es ya el paradigma del fracaso social, no el paradigma del éxito como se atrevió a decir recientemente. La actual situación económica y laboral representa la constatación de que nuestra comunidad se convirtió en la mejor y mayor representación de la economía especulativa y cortoplacista vinculada al sector inmobiliario”.

Calero insistió en que “el modelo a seguir no puede ser el de una comunidad que supera ampliamente la tasa de paro del conjunto del Estado, fundamentalmente porque sus gobernantes no hicieron los deberes y ahora cuando se necesitaría de una actuación responsable y decidida para sacarla de la crisis se encuentran inmersos en una realidad paralela que nada tiene que ver con la realidad de la sociedad valenciana actual”.

Para Marco, en estos momentos “da la impresión de que el elemento central para salir de la recesión y superara la crisis es actuar sobre el mercado laboral, como si esa fuera la “pócima de fierabrás” que nos podría sacar de la actual situación y empezar a generar empleo de forma casi mágica. Sin embargo, es justo al contrario, nuestro mercado laboral es el que sufre las consecuencias de la crisis financiera e inmobiliaria especialmente por vía de la destrucción de empleo”.

Por ello, la diputada afirma que “no es prioritario actuar sobre el mercado de trabajo, aún reconociendo la necesidad de hacer reformas, y mucho menos es necesario que la actuación sobre el mismo se traduzca en una reforma laboral que con el argumento de flexibilizar el mercado laboral recorte derechos o rebaje salarios”. Porque la actual crisis, añade Marco, “ha acreditado que no existe rigidez en los ajustes en los de empleo de nuestras empresas ya que hemos destruido más empleo y más rápido que nadie; y ni siquiera es cierto que los ajustes de empleo los sufran mayoritariamente los trabajadores temporales ya que prácticamente afecta por igual a trabajadores temporales e indefinidos. Y ni siquiera es del todo cierto que un mercado laboral más flexible hubiera evitado la sangría de desempleados ahí está de ejemplo Irlanda situada en el puesto número 7 en cuanto a libertades económicas y nivel de desregulación ha destruido tanto empleo como España que se sitúa en el puesto 62 del mismo ranking”.

Para Marco, “debemos actuar sobre las debilidades de nuestra estructura económica y nuestro modelo productivo: con una preeminencia de la construcción y del sector de servicios, sectores intensivos en mano de obra y con bajo valor añadido, donde la lógica de la competencia entre las empresas es sobre bajos costos laborales es el que ha determinado las características de nuestro mercado de trabajo, con altos niveles de temporalidad, precariedad, salarios bajos, baja productividad y escasa competitividad”.