Compromís: "Martínez y Babiloni aportaron a Gestintur suelo inmatriculado y después recalificado por el polémico PAI del Golf “Mas de Lluna” de Vall d’Alba"
Tal y como avanzaba ayer el coportavoz de Compromís en las comarcas de Castelló, Carles Mulet, "los negocios de Francisco Martínez, sus hijos y el empresario Raúl Babiloni, no se limitaban a la empresa Franvaltur y la depuradora de Borriol".
"Babiloni crea en octubre de 2005 otra empresa, con otro socio (Luis Garcia) aportando 3000 euros cada uno, y dedicada a la construcción de edificaciones y obra civil, promoción de terrenos, inmobiliaria, bajo el nombre de Gestintur, nombre que recuerda mucho a Franvaltur".
"Pero la gran aportación de capital a la empresa se hace justamente un año después, en octubre de 2006, y lo hace por un lado, Andrea Martínez Tena, hija de la exvicepresidente de la Diputación y Alcalde de Vall d’Alba, que aporta una finca rústica en el Mas de Catalán del término municipal de Vall d’Alba, la cual valora en 32.100 euros".
"Andrea Martínez, ese mismo año, reciente estrenada la mayoría de edad, también había empezado a hacer aportaciones en fincas o dinero a la empresa Franvaltur, dato curioso para una estudiante, la cual todavía no trabajaba, ¿de donde saca tanto de capital?".
Al mismo tiempo, "Raúl Babiloni aporta la misma cantidad, 32.100 euros, en tres fincas, una rústica a la partida de Raber, una rústica en coll de Martí, y una rústica en la partida del Mas de Lluna, las tres en el término municipal de Vall d’Alba. Curiosamente, las cuatro fincas según el registro mercantil no estaban matriculadas ni inscritas anteriormente en el registro de la propiedad".
"La finca que aporta Babiloni en 2006 a Gestintur en el Mas de Lluna, es de 6978 m2, en el polémico PAI del PAI del Golf del Mas de Lluna, aprobado en 2007, y del cual esta finca se habría podido beneficiar por una recalificación del suelo, en una urbanización por 2000 viviendas y un campo de golf".
Según Mulet, “hay que recordar quen se benefició de la compra de terreno del Mas de Lluna, hace falta que Martínez explique quién compró antes de hacerse el proyecto, a qué precio, y cómo se recalificó el suelo; y resulta como mínimo sospechoso, que Andrea Martínez y el socio de su padre aportaron como único capital social a la empresa fincas no inscritas. Las aventuras entre Martínez y su pareja de aventuras inmobiliarias parecen no tener fin, y detrás siempre parece haber, presuntamente unas ansias de lucro, que presuntamente acaba pagando la administración pública”.
